El 2022 es para que los brumosos lo pongan en un altar y no lo olviden jamás, dado que nunca en su historia habían levantado dos copas en un mismo año. La segunda la alzó este miércoles al derrotar 2-0 al Herediano y triunfar 3-2 en el marcador global.
Que en seis meses hayan tenido dos celebraciones es algo que se deseara cualquier equipo en Costa Rica, algo que se supone hacen los equipos grandes, como lo que lo que los blanquiazules han peleado por tanto tiempo que lo son.
Que además, esta copa signifique el primer título de Paulo César Wanchope como entrenador en un club, luego de tantos intentos en el banquillo por conseguir éxitos, le da otro matiz a lo conseguido.
Ganar los torneos de Copa no es algo que extrañe para la Vieja Metrópoli, son el tricampeón vigente, dado que los últimos dos trofeos en el 2013 y el 2015 también se proclamaron campeones.
Ahora, levantar trofeos a ningún equipo le viene mal ni nunca está de más, de eso no hay quite, que por más atravesado, es un cetro que se suma para la historia.
Y como lo decíamos, al Team la ventaja de la serie se le escurrió entre las manos con una facilidad pasmosa, en solo cuatro minutos los brumosos ya le habían dado vuelta.
La poesía de gol de Michael Barrantes a los dos minutos que levantó absolutamente a todos en el Fello por lo espectacular y que significó el empate en la serie. Es de lejos el mejor marcado en el país en el 2022 y cuidado sino en más tiempo.
Algunos señalan que hay un error de Esteban Alvarado, ciertamente está salido más de la cuenta y con mala ubicación, pero es que la calidad y técnica del brumoso para aprovecharse justamente de eso es lo que hace la jugada aún más grandiosa.
Hacer un gol con borde externo a tres dedos, desde casi la media cancha cuando viste al rival salido, jamás es un chiripazo, sino todo talento de un jugador que a sus 39 años sigue regalando al fútbol nacional imágenes como estas.
Dos minutos más tarde, cayó el otro golpe, una bola que Ronaldo Araya recibió de Michael, el diez se metió al área, se aprovechó de la terrible marca florense, dejó botado a Ariel Soto y la pegó al vertical izquierdo de Alvarado y en el rebote entró al otro palo.
Dos a cero en cuatro minutos ni el brumosos más optimista se lo imaginaba y así, con la serie en contra, el Herediano le tenía que hacer cara a todo un partido.
Es de valor lo de los florenses de no caerse en una situación así, sino más bien empezar a marcar pauta en el juego con remates cerca del marco de Kevin Briceño.
En un tren de emociones iniciales, hasta el árbitro Ricardo Montero fue protagonista, pues se comió un penal claro en el área blanquiazul con una mano de José Gabriel Vargas, que todos en Heredia reclamaron con razón, deseando que hubiera VAR en Tiquicia para reparar la torta del réferi.
Se lesionó Keysher Fuller, entró Kennedy Rocha al primer tiempo, Geiner Segura buscaba qué hacer para no darle el título a su exequipo.
El segundo tiempo fue una sufrida de parte y parte, para los florenses viendo cómo no entraba ninguna de las muchas que producía, pegaban en el palo, se iban desviadas o Briceño las desviaba como la de Rocha a los 53.
De lado local, la sufrida era tratando de aguantar el vendaval, al acoso florense que estaba determinado en no dejarle el título en el Fello y en ofensiva ya no estaba mostrando mucho, por lo que soltó a uno de sus ases, Marcel Hernández.
El cubano apareció por primera vez en la Copa para tratar de darle más peso ofensivo a su club, en lugar de un Ronaldo Araya que con tarjeta amarilla, estaba a un reclamo de la tarjeta roja, riesgo que Paulo César Wanchope no se quiso jugar.
Pura tensión en el Fello Meza, es una afición que no desprecia ninguna victoria y para muchos de esta generación era la primera vez que levantaría una copa en su estadio.
La única vez que eso se dio fue en 1984, cuando ganaron la Copa Asamblea Legislativa ante Limón FC según los datos que nos aportó el estadígrado de la Unafut, Gerardo Coto Cover. Título que es registrado como oficial según la Fedefútbol.
No cabe duda, el 2022 será inolvidable en la Vieja Metrópoli, ahora el reto como todo equipo grande, es tratar todos los años hacer lo mismo. Ya demostraron que pueden.