La construcción del nuevo estadio de Alajuelense es el proyecto chineado de la junta directiva presidida por Joseph Joseph, el cual sufrió un golpe duro que lo pone en aprietos para cumplir los plazos que se propuso originalmente.
Para que el plan se pudiera cumplir al pie de la letra, el inicio de la construcción debía ser en enero de 2023, es decir, ¡ya! y así finalizaría en diciembre de 2024 para inaugurarlo exactamente en dos años en enero de 2025, pero con la noticia dada a conocer los plazos quedaron muy comprometidos.
Este martes se le informó a los socios de la institución que el terreno en Turrúcares donde se construiría el “estuche”, ya no se utilizará por una diferencia en la negociación con los dueños del lote, por lo que deberán buscar otro lugar.
Los erizos tenían dispuesto un terreno muy cerca del Centro de Alto Rendimiento y así tenerlo todo cerquita, así se le presentó a la asamblea de socios como parte de los planes y se comunicó desde hace un año y ocho meses de manera pública.
“Nos permitimos informarles que, tras varias negociaciones, no hemos llegado a un acuerdo con los propietarios del terreno que mantenía la primera opción para construir nuestro nuevo estadio.
“Por tanto, a partir de este momento seguiremos explorando varias alternativas en otras propiedades que mejor se adecúen a nuestro plan original para continuar avanzando con este importante proyecto”, dijo la directiva a sus asociados mediante comunicado exclusivo para ellos
El plan ya quedó aprobado por la directiva, ahora la bronca es que deben buscar un terreno donde llevarlo a cabo.
“La junta directiva, en representación de la voluntad de los asociados, seguirá trabajando incansablemente por alcanzar la visión de crecimiento del club de largo plazo a través del proyecto del estadio nuevo, donde la cautela y la responsabilidad seguirán privando por encima de la urgencia en cada paso que tomemos”, añade el comunicado.
Buscamos a los manudos para profundizar cuáles fueron los problemas y cómo resolverá el club con esta situación, pero mediante su director de prensa, Leonardo Medina, nos indicaron que es un tema que por ahora no abordarán con los medios y que en el momento oportuno darán novedades.
Lo que se habla en corrillos es que una diferencia sustancial en el precio original del terreno y el que se está manejando ahora fue lo que fregó el negocio, pues los manudos no se quisieron ir de jupa a aumentar el presupuesto para el lote.
Los detalles
El 8 de abril del 2021 mediante una conferencia de prensa, Fernando Ocampo, expresidente manudo que llevó el proyecto a la junta directiva en el 2017, anunció con bombos y platillos los detalles del plan.
Ocampo entonces contó que tenían todo listo para hacer el estadio en Turrúcares y explicó los motivos por los que decidieron quedarse ahí.
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“Tuvimos dos opciones, una fue Ciudad Viva, contiguo a Parque Viva y la otra fue un terreno acá frente al CAR, analizamos y buscamos la mejor escogencia. Vamos a convocar a una asamblea extraordinaria el 8 de mayo para que la compra del terreno pueda materializarse y esté avalada por algunos requisitos, el acuerdo por el terreno ya está hecho, solo esperamos el aval de la asamblea y el nivel de preventas esperado y un financiamiento bancario complementario aprobado”, explicó entonces.
Esa vez explicaron que el costo del estadio ronda los 30 millones de dólares (poco más de 18 mil millones de colones) y estaría listo para el 2025. Dentro de esta plata no estaba el costo del terreno, según explicaron, detalle que a la larga, terminó en la situación actual.
En julio del 2021 con una aprobación del 85% de los socios, en la Liga aprobaron el plan del estuche, en ese momento todo se veía superbién.
“Los 30 millones es todo lo que tiene que ver con el estadio, como planos constructivos, permisos, construcción, todo lo relativo a eso, las condiciones de pago del terreno son tan favorables para nosotros que con el propio flujo del estadio una vez que esté operando se pague de esa forma”, explicó entonces el directivo Rodrigo Van Der Lat, una de las mentes maestras del proyecto.
Para el año pasado, cuando Ocampo estaba en la presidencia los planes seguían en pie para iniciar construcción en el 2023 mientras corría para cumplir los requisitos; sin embargo, ahora sin siquiera un terreno para empezar, todo se complicó en paleta.