Brisa Hennessy dio su mayor esfuerzo y trabajo para pelear por una medalla, lamentablemente el bronce tampoco se dio y cayó en la lucha por esta presea ante la francesa Johanne Defay, con lo que quedó en el cuarto lugar de la competencia de surf de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Más temprano, la tica perdió las semifinales ante la brasileña Tatiana Weston-Webb en un heat en el que un error grave de Brisa le costó la ilusión del oro.
La macha llenó de orgullo e ilusión a todo un país, por unos días la surfeadora de Matapalo en Puntarenas nos puso a todos a hablar de un deporte que muchos jamás se habían sentado un minuto a ver.
Qué grande fue lo hecho por esta tica de nacimiento, corazón y alma, en diez días demostró cuánto ama a esta nación y por qué eligió competir en su nombre, cuando tuvo oportunidades de hacerlo para otras naciones, pudo más el pinto, los monos y las playas ticas donde aprendió a surfear.
El sueño de la medalla estuvo vivo hasta el final, pero no conseguir ese metal no desmerece en absoluto lo que fue su participación en París 2024. Gente que en la vida había visto ese deporte, se preguntaba a qué hora competía todos los días.
Fue un lunes complicado, lo sucedido en las semifinales sin duda dolió mucho, un golpe directo al corazón ya que, por un error, se quedó lejos de esa anhelada final por el oro, en el cual todos creímos hasta el último momento.
Lamentablemente, Brisa cometió un error capital, de esos que en esta instancia se pagan carísimos, pudo pasar cualquier cosa, se puso nerviosa, se desconcentró, cosas insólitas que nadie imaginó.
La jugada que definió todo pasó a los 19 minutos, ambas surfistas iban lado a lado, la brasileña tenía la prioridad para tomar la ola y algo pasó, Brisa se mandó cuando no le correspondía y la organización de los juegos la penalizó.
Fue un error tan sin gracia, de esos que dan mucha cólera, ella no se dio cuenta que Tatiana le indicó con sus manos que no le tocaba, se mandó y eso le costó un castigo que consistió en que se eliminara una de sus dos mejores olas.
Claro, la rival tampoco hizo mucho por evitar que la tica se tirara de jupa, en su lenguaje corporal hasta se notó que le dio gusto, pues sabía que eso le abría las puertas de la final de par en par.
Esa situación provocó que el máximo puntaje al que podía aspirar Hennessy era de diez puntos, lo que dejaba a Weston-Webb con la mesa servida y faltando ocho minutos la sudamericana sumó más de ese puntaje, lo que volvió imposible para Brisa alcanzarla.
En la final llámenle justicia o no, la estadounidense Caroline Marks hizo lo suyo y se coronó como campeona olímpica dejando a Tatiana con la plata, posiblemente en este momento no tiró la risita que se le salió cuando vio a la nacional meter las patas.
Lucha por el bronce
La lucha por el bronce ante Defay fue igual de compleja, posiblemente se arrastraba la presión y el dolor de lo sucedido en las semis, un fallo insólito que, según su amigo y periodista Carlos Brenes, no había visto cometer en su carrera y se dio en el peor de los momentos.
Fue un heat en el que Brisa tenía que arriesgar, pues empezó abajo en el puntaje muy pronto, la francesa consiguió un par de olas de seis puntos que sumaban doce puntos y le metía presión a la tica de conseguir al menos un par de buenas olas.
El tiempo caminaba y el mar no mandaba las olas que necesitaba Brisa, grandes, para hacer buenas tuberías. Las condiciones lamentablemente no quisieron enviarlas y la estrategia de esperar no funcionó.
Y para peores, faltando menos de diez minutos, perdió la prioridad, es decir, la oportunidad para ser primera en atacar las olas, las dudas por si se mandaba o no se las cobraron los jueces y le retiraron el privilegio para dárselo a la francesa.
En lo deportivo, no fue un buen lunes para Brisa, pero en lo global, en la capacidad que mostró, Hennessy, conquistó el corazón de todo un país, ese premio no es nada menor. En Los Ángeles 2028, donde seguramente estará, puede ser el momento de conseguir ese gran sueño.