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El FC Barcelona vivió una noche más que mágica en la Champions League, tras concretar una remontada histórica al triunfar 5-4 en la casa del Benfica, en un encuentro que durante el segundo tiempo llegó a estar en desventaja por 4-2.
Para el cuadro azulgrana se trató de un choque en el que tuvo que ir contra corriente desde el puro inicio, cuando encajó un gol, a los dos minutos de partido, por parte del griego Vangelis Pavlidis. Posteriormente, empató a los 13 con un tanto de penal ejecutado por Robert Lewandoski y se fue perdiendo 3-1 al cerrar el primer tiempo, gracias a un doblete del goleador helénico.
Al arrancar el segundo tiempo, los culés descontaron con un tanto de Rapinha al 64, pero la distancia se volvió a alargar por un autogol del defensor uruguayo Ronald Araújo, que a los 68 pintaba como algo definitivio.
El Barcelona despertó de sus cenizas y en medio de un torrencial baldazo sacó fuerzas de flaqueza y en menos de 20 firmó una remontada que dejó a todos atónitos en el estadio Da Luz en Benfica.
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Tito Lewandoski puso el 4-3 con otro penal marcado al 78 y el empate 4-4 cayó al 85, tras un gran centro de Pedri que el central culé Eric García aprovechó con un buen cabezazo.
Hasta ese momento, y por las circunstancias del partido, la igualada azulgrana sabía a mucho, pero lo mejor para ellos estaba para el final cuando Rapinha se llevó una bola sobre la banda derecha, se metió al área, se quitó a un defensor, y definió a los 95 lo que fue el 4-5 increíble.
El árbitro neerlandés Danny Makkelie revisó la jugada en el VAR para chequear una falta previa y hasta un penal que reclaman los del Benfica justo en la jugada anterior que dio paso al contragolpe, pero desestimó todo y se dio el pitazo final.
Con 18 puntos, el Barça es segundo en la tabla de la fase de liga en la Champions, cuyos ocho primeros clasificados acceden directamente a octavos de la máxima competición europea, en la que se medirán con los supervivientes de un play-off a disputar entre los equipos entre los puestos 9 y 24.
