Allan Alemán se pegó dos bailadas el domingo sin estar en un salón ni en una discoteca. Lo hizo en la cancha del Morera Soto jugando contra la Liga y la forma en la que celebró sus dos goles no les hizo mucha gracia a algunos manudos, entre ellos Jonathan McDonald, quien fue a encararlo la primera vez que lo vio festejando.
El pequeño guerrero de los griegos anotó dos veces y en las dos hizo como si bailara. Se inspira en una pieza del puertorriqueño Bad Bunny que oye cuando va en el carro con su hijo menor, Ian.
"Amo toda la música, pero me identifico más con el reggae y un nuevo estilo llamado trap", cuenta.
–¿Sale a bailar cuando su tiempo se lo permite?
No, mi tiempo libre después de entrenarme o de jugar es para mi familia y para los negocios que hago.
–¿Por qué el domingo festejó bailando?
Anotar en cualquier momento es bueno para mí, pero siendo a la Liga, un equipo grande, es más. Los años que viví en el Saprissa me enseñaron no solo a celebrar cuando le anoto (a la Liga), también quiero ganarle siempre.
–¿Qué le gritaron desde las gradas?
Todo lo que a la gente se le ocurre, pero cuando hay tantos aficionados en el estadio es muy difícil escuchar bien lo que me dicen.
–¿Recuerda lo que llegó a decirle Jonathan McDonald luego del primer gol?
Todas esas situaciones se quedan en la cancha, es lo único que puedo mencionar.
–¿Qué fue lo que bailó?
Ahorita no recuerdo el nombre de la canción, pero sí sé que es una que siempre canto con mi hijo menor, Ian, cuando venimos en el carro. Es de un cantante de Puerto Rico llamado Bad Bunny.
–¿Haría ese baile si le anota al Saprissa?
Ya le anoté, y repito, cuando logro un gol me motivo mucho, pero contra el Saprissa no celebraría igual por aspectos personales.
–Usted hace pocas semanas se retiró y volvió...
No, para nada. Saqué unos días para solucionar aspectos administrativos del equipo, pero eso jamás fue un retiro. En realidad se dio una semana y cuando volví me pasó factura porque esos días sin hacer nada me afectaron en lo físico y además tengo la motivación y la salud que me da Dios (como para no retirarse).
–¿Hasta cuándo espera jugar?
Tengo 34 años y la motivación al tope para seguirlo haciendo, la partida se dará cuando Dios lo disponga.
–¿A qué se debe el cambio que ha habido en Grecia, sobre todo por las cuatro victorias?
Nosotros vamos partido a partido y quedamos de acuerdo en que tenemos que jugarles bien a todos, sea grande o no y contra la Liga, cuando vimos el estadio lleno, una excelente gramilla y todo lo demás nos llenó de más ganas y por eso le pusimos bonito, pero este miércoles, contra Limón, tenemos que hacerlo igual o mejor.