Edwin Mora, vecino de Río Claro, entrenó kayak en un lago lleno de lagartos en Viquillas de Río Claro, Golfito y gracias a ese esfuerzo y sacrificio, su participación en las Olimpiadas Especiales en Berlín ha sido excelente.
El éxito de Mora ha sido igual para el resto del equipo de kayak costarricense que, por primera vez, asiste en este deporte a los juegos.
Mora, de 17 años, ha ganado tres medallas de bronce y se siente superfeliz por sus triunfos.
“Un vecino tiene una propiedad donde hay un lago. La situación de la competencia se parece más a la de un golfo. No se parecía en nada a un lago”, dijo a La Teja el muchacho.
Viviana Guerra de Quepos ha ganado una medalla de oro, una de plata y otra de bronce, y se siente muy orgullosa.
“Tengo mucho orgullo, ha sido mucho esfuerzo, muchas lloradas, mucho de todo. Hoy gané en 500 metros la de oro”, expresó la joven.
Yendry Fernández es otra de las kayakistas que ganó medalla en Berlín. “Gané un oro en los 200 metros, sola y un bronce en los 500 metros doble. Se lo dedico a mi mamá Miriam Castillo y a los profes Kenner y Pablo Rojas, quienes me ayudaron mucho con el entrenamiento”, dijo la vecina de Tucurrique de Cartago.
David Leiva fue el otro medallista y nos contó su secreto para que le vaya bien. “Siempre me encomiendo a Dios, por eso no fue tan difícil. Tengo más de un año entrenando”, dijo el atleta, quien ganó un oro en 200 metros y dos bronces.
Grandes
En la disciplina del ecuestre, Costa Rica tuvo una espectacular actuación, bajo la dirección técnica de la entrenadora Daniela Chavarría.
En dressage, Adriana Molina obtuvo una plata y Ximena Calderón una medalla de bronce.
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En equitación, Molina obtuvo oro y Calderón bronce, y en trail, Mariano Hernández y Calderón obtuvieron dos oros, Natalia Castro una plata y Molina un bronce.
Eso se ha logrado gracias a un esfuerzo de cinco años entrenando.
“El año pasado tuvimos la selectiva, tuvimos cuatro espacios, tres mujeres y un hombre”. Desde ese banderazo, han entrenado duro en forma intensa para los juegos.
“Nos fue superbién, fue retador porque los caballos no viajan con ellos, aquí les dan un caballo específico y tienen que hacer como click; entonces, esa parte de conexión es tensa al principio, pero los caballos por dicha lo lograron. Son caballos diferentes, son más grandes, de diferente temperamento”, expresó la entrenadora.
“Lo más importante es que dieron su mayor esfuerzo y se da la oportunidad y, además, se abren puertas para que las personas vean lo importante que es el deporte”, dijo.