Shirley Cruz desde niña soñaba con defender la camiseta del equipo de sus amores, Liga Deportiva Alajuelense, algo que se hizo realidad en octubre pasado.
Con su regreso, la oriunda de Pavas fue la líder de una revolución que busca la profesionalización del fútbol femenino costarricense, para generar mejores condiciones para ella y todas sus compañeras.
Además, fue clave para que las manudas ganaran el título nacional y que la afición creyera en un proyecto que tomó fuerza en el último trimestre del 2019.
Edgar Rodríguez, técnico de las campeonas nacionales, nos contó lo que significó su llegada en el camerino erizo.
"El equipo con Shirley cambió muchísimo, fue un punto de inflexión. Nosotros hicimos el convenio con la Liga en la fecha cuatro, habíamos perdido los primeros tres partidos con Moravia, Saprissa y Coronado.
“Tuvimos un levantín de tres o cuatro partidos al firmar el convenio, al usar el uniforme de la Liga. Luego llega Lixy Rodríguez y es cuando se da la llegada de Shirley, ahí todo cambió, nos dio otra imagen”, explicó el entrenador.
Cuando Cruz se puso la rojinegra, la miradas se posaron sobre el nuevo Codea-LDA y desde entonces nunca más se fueron, el equipo fue ascendiendo como la espuma.
"Se generó un sentimiento de seriedad, de trabajo, de que había que darlo todo en la cancha. En los entrenamientos las jugadoras tenían más actitud que nunca, tratan de dar su mejor nivel porque decían: ‘¡Pucha, está Shirley Cruz!’.
“Shirley era la ídolo de todas, la que admiran, la modelo a seguir y de repente la tenían de compañera, con todo lo que eso significaba”, explicó.
Motivación
Cosas tan simples como dar una charla técnica agarraron otro matiz de profesionalismo con la capitana, a quien el técnico resalta por su humildad.
“Cuando se anunció que venía Shirley estaba con la duda de cómo serían las cosas, cuando llegó yo hablé con ella y desde el primer momento me llamó profe y me dio mi lugar frente al grupo.
“A los dos o tres días de estar en el equipo se lo dije y le agradecí, porque si ella muestra respeto, quién no lo va a tener. Si la ven calladita en la charla, sin interrumpir y siguiendo instrucciones siendo la persona que es, me facilita a mí muchas cosas”, explicó.
El liderazgo positivo de Shirley incluso sirvió para darle valor a sus compañeras para que dieran entrevistas y que la afición las conociera, porque ella no llegó para estar bajo los reflectores y robarse el show, sino a sumar.
“Ella no vino con aires de grandeza ni nada por el estilo. Ha sido tan madura que cuando llegó me dijo: ‘lo primero que ustedes tienen que pelear es que para las entrevistas y esas cosas no me lleven solo a mí, yo no vengo a quitarle el campo a nadie, sino más bien a exponer a mis compañeras, yo soy la que les digo que vayan a entrevistas a programas'”, contó Rodríguez.
Cruz de hecho es quitadilla para los medios. Por eso, en el título de las leonas, los periodistas se apoyaron en otras figuras que se han ido dando a conocer más y más.
Más cambios
Cuando Shirley decidió volver a Costa Rica le dejó claro a la dirigencia de Alajuelense que quería que se fueran reduciendo las diferencias entre el cuadro femenino y el masculino, algo que se ha ido viendo poco a poco.
“Ya con Shirley empezamos a entrenar en Turrúcares (centro entrenamiento de la Liga) y teníamos que tener otras cosas a disposición por todo lo que ella significa. Ya viene prensa, nos enviaban regalías, nos daban el carnet de socios en el estadio, gorras, ropa, cosas que para otros tal vez no significaban mucho, pero para ellas sí era todo un cambio grande.
“A los partidos ya viajábamos con gente de prensa del club, nos daban cobertura, para el partido en Liberia nos mandaron un día antes a un buen hotel y en el bus de la Liga. Un montón de cosas que yo no sé si se hubieran dado si ella no llega”, indicó el entrenador.
Sin duda Cruz cumplió con todas las expectativas que se tenían de ella como jugadora y capitana.
Un mensaje |
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El próximo torneo, Codea - LDA defenderá su título y por eso la capitana usó las redes sociales para pedirle a sus compañeras que no aflojen. “A todas mis nuevas compañeras les digo, mueran por esa camiseta, que cuando las fuerzas no den y quieran bajar los brazos habrá una afición que nos empujará”, escribió Shirley. |