EscucharEl gimnasta costarricense Andrés Valverde contó a La Teja cómo fue que logró meterse en la historia mundial de la gimnasia al realizar, por primera vez, una maniobra en su rutina en la barra fija.
Con esta, Valverde logró que reconocieran ese ejercicio como propio, y que por primera vez lo hace y, de ahora en adelante, cada vez que un gimnasta intente este ejercicio, será reconocido en cualquier competencia avalada por la Federación Internacional, con el código Valverde.
El ejercicio no solo es difícil, sino que peligroso y Valverde dijo a La Teja que, probablemente, no lo vuelva a intentar en una competencia formal, aunque sí puede formar parte de su rutina.
El atleta tiene 27 años y dijo que es un logro importantísimo, incluso al nivel de haber ganado una medalla. El movimiento de Andrés fue una salida con un doble extendido, con doble giro por encima de la barra.
“Mi entrenador, Rónald González, tuvo la idea de intentar un elemento nuevo. Me pareció loco, para serle sincero, no pensé que me fuera a salir, lo veía de lejos, pero lo intentamos. Pasamos todo el año pasado haciendo el ejercio”, dijo.
“Pensamos presentarlo en los Juegos Centroamericanos de El Salvador en marzo, ya había superado las selectivas (la escogencia), pero el 11 de marzo se me reventó el tendón de Aquiles”.
El 15 de ese mes lo operaron y le dijeron que tardaría al menos seis meses en volver y los Panamericanos estaban encima. Valverde evolucionó bien y hace un mes, aproximadamente, pudo retomar los ejercicios.
“Tuve una excelente recuperación, sorpresiva porque no nos imaginábamos que iba a ser tan rápido, el CON me apoyó mucho. Participé en los selectivos y me gané la plaza y una semana antes de venir a Chile logré caer de pie haciendo el ejercicio”, expresó.
“Entonces, le avisamos a la Federación Internacional y nos dieron el visto bueno para que lo pudiéramos presentar en competencia”.
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Valverde hizo un simulacro el miércoles pasado y le salió bien, pero a la hora de la competencia confesó que estaba muy nervioso.
“Estaba nervioso, preocupado, el tendón estaba bien, no fue preocupación, pero sí me pasa algo es una caída fuerte. Tenía que hacer tres ejercicios antes en otros instrumentos y cuando llegué a la barra solo quería que saliera bien”, dijo Valverde.
Cuando finalizó, sintió mucho júbilo y se fue a llamar a las tres personas a quienes les quería contar: su mamá María Eugenia Valverde, su novia Trishany Solano y a su entrenador Rónald González.
“Meter un elemento en el código de puntos de gimnasia se ha comparado a ganar una medalla, porque el tema es que a nivel de historia uno queda allí para siempre. Ahora meten mi apellido y cuando alguien intente ese ejercicio no se borra. Es de los logros más grandes que un gimnasta pueda tener; para mi, es como ganar una medalla de oro”.
La Teja le preguntó si lo intentaría otra vez.
“Con lo peligroso que es para el tendón, no creo que lo vuelva a hacer en competencia, en entrenamientos sí, creo que será parte de mi rutina, pero ya en competencia es complicado. Tal vez pueda observar a algún gimnasta intentarlo”, añadió.
