Cuando la gente jala de vacaciones, muchos acostumbran subir fotos a su cuenta de Instagram para mostrar lo bien que la pasan al conocer nuevos sitios, hasta que se les acaba el viaje, se aburren y tienen que volver a las actividades del día a día.
Después de darle duro a su cuenta en esta red social, durante ocho meses, el técnico Gustavo Matosas finalmente se cansó de las vacaciones pagadas que tuvo con la selección nacional y se marchará para ya no volver más.
En Instagram, el entrenador compartió imágenes de sus paseos y de su vida privada, por lo que la gente estaba acostumbrada a verlo en restaurantes, en el gimnasio, junto a sus hijos, en viajes, bronceándose en la playa o pasándola rico en otros lugares, pero escaseaban las fotos de su brete como seleccionador.
En sus redes sociales el charrúa evidenci que la pasaba de maravilla en su vida personal, pero en la cancha dejó una sensación de que no aportó nada a la causa. Curiosamente durante estos días se dedicó a matar el aburrimiento borrando muchas de las fotos que se tomó en Tiquicia.
Matosas no enamoró a la afición, especialmente por el flojo rendimiento de un 42% al frente de la Sele, aunque sí encantó a una que otra mujer o modelo con las que se le relacionó durante estos meses, pues el hombre tenía mucho pegue entre las güilas.
En la maleta del entrenador, además de los 210 melones de colones que se llevó en ocho meses de un aburrido brete, también se van un montón de chismes y especulaciones sobre su vida privada y que dejaron al país ardiendo.
Prueba de lo anterior, es que el entrenador asistió a más programas de farándula o a fiestas que a espacios deportivos, durante su paso por Tiquicia. Sin duda, el hombre era quitado para hablar de su trabajo, pero no le desagradaba comentar sobre su ropa fina o los zapatos de diseñador que acostumbraba utilizar.
Matosas posiblemente se agüevó de las constantes salidas a los hoteles más finos del país o a los campos de golf en los que solía darse la vuelta, mientras la Sele estaba “parada”.
Viajero
Es un hecho que a Matosas no le gustaba mucho pasar en Tiquicia y así lo demuestran sus constantes salidas del país y que no necesariamente tenían que ver con bretes relacionados a la Sele.
Con la Tricolor al charrúa le tocó salir cinco veces del país, en el amistoso de febrero a Estados Unidos, en marzo a Guatemala, a principios de junio a Perú y luego por doce días de nuevo a Estados por el sorteo de la Copa de Oro y para participar en el torneo.
Según registros de Migración y Extranjería, Gustavo salió once veces del país mientras fue técnico de la Sele, es decir, en seis ocasiones fueron por motivos personales, generalmente a Uruguay y a México.
La viajadera de Matosas se intensificó después de la Copa de Oro, que acabó para la Sele a finales de junio, por ejemplo en julio salió del país en tres ocasiones, que en total sumaron 14 días.
A finales de agosto tuvo otras dos salidas y regresó al país el 31 de agosto. Según el mismo documentó en sus redes sociales estaba en México, curiosamente su nuevo destino laborar y en el que espera olvidar el aburrimiento de una vez por todas, porque acá ni la millonada que ganaba ni el Lexus que le dieron lo animaron. El hombre , sin duda, ya preparaba su salida.
Además, en los últimos meses el técnico dejó de ir a los estadios nacionales a ver jugadores, posiblemente porque también le aburría ver los partidos del fútbol nacional.
Poco serio
Para el entrenador nacional Marvin Solano, el enojo de la afición es lógico y justificado porque Matosas demostró con hechos y en repetidas ocasiones que no estaba comprometido con la Tricolor.
“Tal vez sea bueno (su salida) para el fútbol nacional porque el trabajo que venía haciendo era muy deficiente, se notaba su falta de compromiso. Lo que no sería bueno es que se falle otra vez en la escogencia del entrenador”, comentó.
Solano considera que futbolísticamente hablando el legado de Matosas es prácticamente nulo y que lo que venía haciendo no será muy complicado superarlo, ya que su comportamiento en el país fue poco serio.
“Creo que un técnico nacional comprometido puede superar fácilmente lo hecho, acá también hay que tener claro la importancia de elegir un asistencia con rodaje. Al final tengo entendido que el señor ya ni asistía a los estadios”, indicó.
Veremos si en México a Matosas le quedará tanto tiempo para mantener tan activas sus redes sociales como lo hacía en Tiquicia, en donde nos dio muchas muestras de el porqué se aburrió tanto.