Empieza la fiesta: la anfitriona Rusia y Arabia Saudí abren este jueves el Mundial de 2018 en Moscú, mientras España aún trata de recuperarse del terremoto sufrido el miércoles con su cambio de seleccionador y Egipto reza por Mohamed Salah.
El majestuoso estadio Luzhniki de Moscú, que lucirá lleno con 80.000 almas, será el escenario del partido inaugural del Mundial entre el combinado local y los saudíes en partido del Grupo A, que completan Uruguay y Egipto.
Media hora antes del inicio del encuentro -previsto para las 9 de la mañana, hora tica, las luces se encenderán y un intenso espectáculo musical copará la pista.
El cantante inglés Robbie Williams, junto a la aclamada soprano rusa Aida Garifullina, encabezarán el show que le cantará al fútbol y Rusia durante un mes acaparará las miradas de los fanáticos del deporte rey.
Rusia cargada de lesiones
La modesta Arabia Saudí será el primer escollo del equipo dirigido por Stanislav Cherchesov, que sumó magras actuaciones y siete partidos sin victorias en sus últimos amistosos de preparación para el Mundial.
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Malos resultados que se suman a la catarata de lesiones de los últimos meses y que sacaron de competencia a su principal figura en el ataque, Alexander Kokorin, y otros pilares del equipo que buscará en los fanáticos la cura a sus debilidades.
“Comprendo vuestra preocupación, pero nadie debería estar preocupado”, afirmó Cherchesov.
”¿Que por qué vamos a ganar? Porque queremos ganar”, agregó, convencido de que Rusia había alcanzado “un cierto nivel” en sus últimos amistosos.
Arabia relajada
Arabia Saudí llega sin presiones, dirigida por el argentino-hispano Juan Antonio Pizzi y con el objetivo de darle algún dolor de cabeza a sus rivales de grupo.
“Mi estilo es ser competitivo. Queremos pelear por cada balón, aprovechar cada ocasión, jugar para ganar”, declaró Pizzi en la víspera del debut.
Y mientras la pelota rueda en Moscú, España buscará recuperarse del terremoto que sufrió el miércoles con la destitución de su ya ex entrenador, Julen Lopetegui, y su reemplazo por Fernando Hierro, director deportivo de la federación (RFEF), a un día de su debut en el Mundial, el viernes contra Portugal.
“Es un reto bonito, apasionante. Las circunstancias son las que son y, a partir de ahí, acepto esta responsabilidad con valentía”, afirmó Hierro tras su nombramiento al frente de la Roja.
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Lopetegui fue destituido el miércoles, abriendo una crisis en el seno de la selección, un día después de que fuera anunciado como director técnico del Real Madrid por las próximas tres temporadas tras el Mundial.
Egipto cruza los dedos
Y mientras España trata de recomponerse, Egipto cruza los dedos a la espera de saber si podrá con el mejor jugador de su historia, Mohamed Salah, en su debut en el Grupo A contra el favorito Uruguay en la histórica Ekaterimburgo.
Salah, que cumplirá 26 años el día del partido, dio una alegría enorme a 100 millones de fervorosos egipcios este miércoles cuando se unió a una sesión de entrenamiento de los ‘faraones’ en Grozni.
“Está progresando, pero no hay una decisión definitiva sobre si participará, ya que estamos siguiendo su caso día a día”, dijo el director del equipo, Ihab Lahita.
El portero uruguayo Fernando Muslera expresó la esperanza de que Salah juegue contra la Celeste.
“Me gusta que jueguen los mejores jugadores. Entreno con los mejores y quiero que jueguen los mejores”, dijo Muslera.
La que no tiene dudas es la selección uruguaya, que llega con su poderosa delantera formada por Luis Suárez y Edinson Cavani a buscar su primera victoria en un debut mundialista en casi medio siglo, concretamente desde México-1970.
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Fue precisamente 1970 el primer Mundial que organizó México, que el miércoles se convirtió en el primer país organiza tres torneos del orbe, después de que la candidatura para el torneo de 2026 que comparte con Estados Unidos y Canadá venciera a Marruecos.
De esta forma, México, que además es el único de los tres países norteamericanos que compite en Rusia-2018, continuará su fabulosa historia como anfitrión, tras ser el teatro de las obras maestras de Pelé en 1970 y de Diego Maradona en 1986.
La candidatura ‘United 2026’ obtuvo 134 votos, mientras que Marruecos recibió 65, por lo que tendrá el privilegio de organizar el primer Mundial con 48 equipos.