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Este sábado apareció el Saprissa que todo aficionado morado quiere ver, el equipo que es contundente, que juega bien, que no sufre atrás y que se hizo bajado 4-0 al Cartaginés, un rival que venía matón y sacando pecho.
La victoria de los tibaseños en el Fello Meza no solo les permite mantenerse firme en la cima, sino que es un golpe en la mesa y un mensaje para los que siguen dudando del bicampeón, pese a ser líder y recuperar su mejor forma.
Puede ser, sin lugar a dudas, la victoria más brillante en lo que va del semestre, por las formas, por el rival y naturalmente por el marcador y hay diversas atenuantes para afirmarlo, veamos.
El rival, la sede, el marcador, las formas, lo que significa en la tabla de posiciones. Porque no ubicaríamos en la misma línea golear en casa un equipo hundido en los últimos puestos de la tabla o sin muchas perspectivas de clasificación, que hacerlo en la casa de un rival directo.
No podemos dejar de lado que si los brumosos ganaban, se hubiera trepado a la cima del torneo y Saprissa sabedor de todo eso, salió a jugar como bien sabe en este tipo de mejengas, a matar, a arrancarle la cabeza al rival, de esos partidos que nunca se permite perder.
En la alineación de ambos equipos se notaba la intención de ir por la mejenga, pero en la cancha solo uno tuvo la calidad y la claridad para demostrarlo, pues con el pitazo fue Saprissa el que se adueñó del juego.
Mauricio Wright necesitará mucho más que motivación y algún cambio táctico para elevar a los blanquiazules, que este sábado, ante uno de los rivales más pesados, lució muy lejos de lo necesario para competir.
Saprissa jugaba demasiado fácil casi en todos los sectores y el primer gol es una muestra de eso, ya que Ariel Rodríguez se metió como si nada, quitándose rivales en el área, donde sacó un par de inusuales pasos, remató y tras un rebote le quedó a Javon East, quien tras acomodársela a la zurda la metió fácil al primer palo, apenas a los siete minutos.
Los blanquiazules, a pesar de jugar con dos delanteros, dos extremos y un volante mixto no ofreció muchas respuestas, un par de opciones, una de Marcel Hernández al primer palo y un remate de Jostin Daly al cuerpo de Kevin Chamorro.
Cartago tenía demasiados problemas para frenar casi cualquier cosa y naturalmente para la especialidad morada, la conexión Mariano Torres - Kendall Waston menos, la cual se sintió a la media hora cuando el capitán morado mandó un centro que alcanzó la jupa de la Torre para marcar el 2-0.
Podían ser más goles, porque en la jugada anterior el réferi Steven Madrigal se comió un penal a favor de los visitantes por una falta clarita contra Javon East.
Todo se terminó de complicar para los brumosos con la expulsión de Kevin Espinoza, quien por no pudo dominar el carácter y se fue de roja al mandarle un manazo a Ariel Rodríguez. Bien expulsado.
En la última jugada del primer tiempo el pasabola morado consiguió otro gol. Un pase de profundidad exquisito de Warren Madrigal a Ariel Rodríguez, provocó que el Samurái se la pusiera de primera intención a Javon, quien otra vez definió de zurda al primer palo, pero fue un remate que Chamorro se tenía que haber llevado, le pasó abajo de un brazo.
Para el segundo tiempo aquello fue un trámite, el Monstruo se dio el lujo de sacar a algunas de sus principales figuras pensando en el descanso y en el juego ante el Motagua de Honduras para conseguir el boleto a la Copa de Campeones de Concacaf. La mente ya estaba en otro lado.
Lo único memorable fue el golazo de Orlando Sinclair, un zurdazo desde fuera del área que clavó a un ángulo.
Vamos a ver si algunos morados siguen pidiendo la salida de Vladimir Quesada, porque aunque no les caiga bien, de momento está cumpliendo con resultados.
