Andrey Amador no pasa inadvertido en el Tour de Francia, ya que es el gran representante costarricense en las grandes competencias de ciclismo y el famoso fiel escudero del colombiano Nairo Quintana.
“Somos corredores con una edad y un kilometraje”, recuerda un sonriente Andrey Amador a los pies del autobús del equipo Movistar.
Hace ya una década que el icono del ciclismo tico abandonó su país para rodar en España, convirtiéndose en uno de los fieles escuderos de Nairo Quintana.
Amador, de 32 años, se enroló en el 2009 en el Caisse d’Epargne, anterior denominación del actual Movistar. En España encontró estabilidad profesional en un equipo de alto nivel y a su pareja. Aunque reconoce que en sus planes de retirada está subrayado en rojo el regreso a Costa Rica.
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Único tico que ha competido en el Tour, Amador ha brillado especialmente en el Giro a Italia, con un triunfo de etapa en 2012 y un cuarto puesto en la general de 2015.
En 2019 Amador completa su quinto Tour de Francia como gregario experimentado de una formación que cuenta con Quintana y Mikel Landa como líderes, además del respaldo del campeón del mundo de ruta Alejandro Valverde.
En línea con el optimista Quintana de los últimos días, Amador también parece haber sacudido cualquier atisbo de presión en su conversación con la AFP.
“Estamos bien, el equipo está motivado. Entre comillas ahora empieza el Tour, puedo asegurar que seremos un equipo combativo, que va a correr al ataque, nunca a la defensiva”, señala justo cuando la carrera se enfila a los Pirineos.
En una charla previa, Amador relataba su función en las grandes carreras: "Somos ciclistas de apoyo. Si mi objetivo principal fuera una etapa, trataría de ir más descansado unos días para atacar otro. Pero desde el primer día hay que trabajar mucho y estar bien colocado".
Pero el costarricense luce galones en el Movistar y no duda en dar un golpe sobre la mesa cuando las cosas no funcionan, como ocurrió en los primeros días, cuando pidió "responsabilidad" a sus compañeros para que el equipo se mantenga en las primeras plazas.
Pasada la mitad de la prueba y con Quintana noveno a 3 minutos y 55 segundos del líder Julian Alaphilippe, Amador, en la posición 58 está a más de 40 minutos del francés, es claro sobre los objetivos.
"Vamos a pelear al máximo por ese Tour de Francia tan añorado", declara antes de la cronometrada de este viernes en Pau, en la que finalizó último a casi siete minutos del ganador Alaphilippe.
“Nairo está muy bien, tuvo la caída que le supuso una herida en un codo, que no es pequeña y nunca va a ser lo mismo que no tenerla. Esperamos que pueda ir recuperando, que la herida sane bien, que no se le infecte. Es optimista y 100% seguro de que eso no le va mermar las fuerzas”, añadió.
Amador compite en el Tour tras haber ayudado al ecuatoriano Richard Carapaz a conquistar el Giro de Italia, un doblete en ocasiones demoledor para el ciclista.
"Hacer dos vueltas seguidas se nota, la frescura no es la misma que la que tenía en Italia. Pero somos corredores con una edad y un kilometraje, así que podemos asimilarlo", analiza.
"El esfuerzo de la contrarreloj se pagará el día siguiente en la montaña (el sábado, meta en la cima del Tourmalet). Y se viene la última semana, que será increíblemente dura, podrá pasar cualquier cosa", señaló sobre el encadenamiento Pirineos-Alpes de esta edición.
De madre rusa, Andrey Amador Bikkazakova debe su afición al ciclismo a sus padres, que premiaban los logros que conseguía con su hermano regalando bicicletas.
Dos décadas después sigue marcando la historia de Costa Rica a golpe de pedal.