Cuando un equipo gana todo es color de rosa, pero cuando pierde, tal y como le ocurrió el sábado a Alajuelense, empiezan a salir a la luz las incomodidades y el delantero Jonathan McDonald es una muestra.
El segundo máximo anotador de Alajuelense en clásicos dejó claro que ser suplente lo tiene más incómodo que dormir en una cama de clavos.
“Es lo que que hay, es un tema meramente de cuerpo técnico y toca (aceptar). No es fácil, no estoy contento cien por ciento de estar en ese rol, pero es la rotación y toca aceptarlo”, indicó el manudo después de la caída 2-1 ante el Monstruo.
Otro que vive una situación parecida, no jugó ante los tibaseños y cuando salió no quiso dar declaraciones, fue el artillero hondureño Róger Rojas.
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Lo anterior, pone a pensar a más de uno sobre si a Carevic no se le puede armar un mosquero en el camerino, especialmente cuando los que hacen caritas son pesos pesados del equipo.
Para el técnico Marvin Solano, es normal que un futbolista que no juega esté incómodo y sobre todo si son referentes como el Bigmac.
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“Cuando existen este tipo de jugadores que creen que deben ser titulares por trayectoria, por ejemplo, hay que ver qué sucede. Si el rendimiento no es el mejor, no tiene ninguna razón (la queja). Me parece que desde que (Jonathan) regresó, no ha andado a buen nivel”, indicó Solano.
Ante esto, Marvin piensa que Carevic debe echar mano del diálogo directo con los jugadores, explicarles el rol que tienen y escucharlos.
“Eso es fundamental, especialmente, con los referentes del equipo. Eso es manejo de camerino y con la presión que va a empezar a tener es una habilidad que debe adquirir pronto, el problema es haber perdido el clásico de la forma en que lo hizo”, insistió Marvin.
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Solano es del criterio que los técnicos no pueden ser tan rígidos para apostar a un solo sistema de juego y desperdiciar jugadores buenos, como está pasando en Alajuelense.