La corrupción en el mundo del fútbol le costó el puesto a otro alto dirigente de la FIFA.
Encarcelado en España por sospechas de actos de corrupción como jefe de la federación de fútbol de ese país, Ángel María Villar renunció a la vicepresidencia de la FIFA y la UEFA.
La FIFA confirmó este jueves que Villar dejó su cargo como su vicepresidente de mayor jerarquía, poco después que la UEFA anunció que el español había renunciado a su comité ejecutivo, el cual integró durante 25 años.
El martes, Villar fue suspendido de la presidencia de la federación que dirigió desde 1988, tras ser arrestado por acusaciones de corrupción.
Villar era muy cercano a Eduardo Li, expresidente de la Fedefútbol y quien está bajo arresto domiciliario en Estados Unidos debido al escándalo "Fifagate". Li negoció con Villar dos mejengas amistosas entre Costa Rica y España.
De esta manera, Villar abandona los primeros planos del fútbol mundial tras ascender hasta el segundo puesto de más autoridad en la FIFA, como el funcionario de mayor peso entre los ocho vicepresidentes que están por debajo del presidente Gianni Infantino.
Negocios con la Furia Roja
Villar fue arrestado la semana pasada en España, junto con su hijo, Gorka, y otros dos funcionarios del fútbol en ese país, todos acusados de administración desleal, malversación de fondos, corrupción y falsificación de documentos. Un juez de la Audiencia Nacional negó el derecho a fianza a los Villar, por lo que permanecerán tras las rejas mientras aguardan por su juicio.
El magistrado determinó que existe riesgo de fuga tras detallar cómo Villar se habría apropiado de fondos públicos y privados utilizando su cargo "al menos desde 2009".
A Villar se le acusa de gestionar fogueos de la selección española, incluido el jugado contra Costa Rica, en noviembre del 2011, en suelo tico, donde ganaba dinero para él y también le conseguía contratos de trabajo a su hijo.