Frío, pero letal. Hay cosas que nunca pasarán de moda, como el instinto goleador de Álvaro Saborío que se reencontró, en la victoria de San Carlos ante Liberia, con un viejo amigo en el fútbol: el gol.
Esa anotación cayó al minuto 73 y lo celebró a lo grande, como si fuera el primero, en un estadio al que le guarda mucho cariño.
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En la entrevista a Tigo Sports, después del triunfo, hasta contó que el tanto tuvo dedicatoria incluida.
“Significa ayudar al equipo con tres puntos que son muy importantes para nosotros. Tratar de anotar, de ser lo más frío posible, tomar la mejor decisión y por dicha hoy pasó. Se lo dedico a mi familia y a todos los que se hicieron presentes hoy”, comentó.