Alexandre Lezcano, portero del Club Sport Herediano titular en estos momentos, tuvo un paso fugaz por Liga Deportiva Alajuelense y dejó el fútbol un par de años por el rechazo de los manudos.
Lezcano además jugó voleibol, o sea, lleva el deporte en la sangre, herencia de su papá, quien se llama casi igual, Alexander Lezcano y quien lo ha criado.
Lezcano podría ser titular este miércoles, a las 4 p. m., ante el Robinhood de Surinam, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Es un joven callado, que huye a las redes sociales y que tiene grandes condiciones como portero, al punto que con 22 años ya está siendo tomado en cuenta en la Selección Nacional por el entrenador Gustavo Alfaro.
La Teja conversó con don Alexander, quien trabaja como guarda de seguridad en una escuela de Puerto Jiménez y tiene su propio emprendimiento, una venta ambulante de pasteles (pastelillos) de papa, de arroz con pollo y de arroz con carne molida y fresco de melocotón.
- ¿Por qué el gusto por el fútbol de su hijo?
Es un gusto por el deporte, le gustó desde pequeño, nos poníamos a jugar lo que fuera, le enseñé a jugar ping pong, pero entre las cosas que vi, se inclinaba más por el fútbol. A nivel escolar, le gustaba mucho jugar de portero o de defensa, como era el niño más grande.
También le gustaba mucho el voleibol sala y el de playa.
-¿Usted o alguien de la familia jugó profesionalmente?
Yo era mejenguero de barrio. Salía del cole y me iba a jugar, esa parte la sacó por mi lado.
-¿Dice que podría jugar de defensa?
Lo hacía cuando estaba en la escuela, por la altura, era defensa a veces, pero no creo que ahora lo haga, le gustaba más la portería y allí fue el talento que desarrolló.
-¿Cómo llegó al fútbol?
Tuvo un paso fugaz por Alajuelense en una visoría que hicieron, lo llevé a Golfito y me dijeron que lo llevara a San José y se quedó, lo preparó por un tiempo Román González, pero fue raṕido y no lo quisieron tenerlo más. Entonces se entristeció, me lo traje para acá y me dijo que quería meterse otra vez al deporte, pero que no fuera fútbol, pensó que no iba a tener más oportunidades.
-¿Y qué pasó?
Lo metí en voleibol y estuvo como dos años, hasta fue a unos Juegos Olímpicos de la Juventud. Luego un cuñado mío hizo contacto con Miguel Segura (entrenador de porteros de Herediano) y le dijo que si le daba una oportunidad. Luego hablé con Miguel y me dijo que lo llevara. Desde que lo vieron se lo quisieron quedar.
-¿Cómo lo tomó él?
Vieras que andaba en Argentina, en las Olimpidas, cuando llegó le tenía la noticia. Se puso feliz.
-¿Hace cuánto fue eso?
En el 2018.
-¿Cómo es como persona?
Así como lo ve, es tranquilo, tímido, no es bromista, tampoco es que tan serio, pero no es fiestero. Anda con sus amigos, pasea con su novia.
-¿De dónde es el apellido?
Yo soy de Puerto Jiménez, pero viene de la zona de Chiriquí, provincia de Panamá. Tenemos sangre panameña, pero mi familia está en Puerto Jiménez y en San José la otra.
- Entonces, cuando Alexandre estuvo en el Valle Central, ¿se quedaba con familiares?
Sí, donde mi hermana, que vive en Heredia. Ahora vive solo, pero siempre están pendientes. Él me lo cuenta todo a mí. Hasta me da consejos, me ha dicho que no ponga cosas en redes sociales, porque a veces hablan cosas que no me gustan y recuerdo lo que me dice y no escribo nada.
- Y usted, ¿qué consejos le da?
Que haga lo que sabe hacer, que se tenga confianza y que ponga todo en manos de Dios y al final si las cosas salen bien, es para gloria y honra de Dios y sino, también… hay que aceptar de que fue un mal momento y que vendrán mejores cosas.