A sus 59 años de edad, Alexandre Guimaraes asumió el reto de dirigir al América de Cali, en Colombia, porque ya le hacía falta la adrenalina de liderar un equipo grande.
La afición de los Diablos Rojos es cosa seria, no aguanta nada. Han salido 13 veces campeón del fútbol cafetero, pero la última copa la levantaron en el apertura 2002 y ya les hace falta celebrar.
En su historia reciente tiene un descenso de categoría en diciembre del 2011, logró subir a la máxima categoría en diciembre del 2016.
Por ahora todo va viento en popa, aunque el sábado por la noche cayó el invicto (4-1) en la quinta jornada de la Liga Águila en el Estadio Atanasio Girardot contra el Independiente de Medellín, Suma tres victorias y un empate y comparte el liderato con otros tres equipos que suman 10 puntos.
Guima está dirigiendo su equipo número 17, el último club fue el Mumbai City FC de India. También ha sido técnico en Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Emiratos Árabes Unidos y China.
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–¿Cómo ha sido la adaptación?
La adaptación ha sido rápida y buena, diferente a los otros países y por eso la rapidez. Estas en un clima que conoces aunque sea más caliente, trabajas sin necesidad de traductor, lo cual es mucho más fácil para que llegue el mensaje, y estás a dos horas de casa, entonces todo eso ha ayudado a que la primera adaptación sea buena porque también la comida la conoces.
Y la otra adaptación, la deportiva, también ha sido rápida porque los jugadores se han entregado al máximo y han querido entender rápidamente la idea que se tiene y eso ha hecho que el arranque haya sido así de bueno.
–¿Está encantado entonces con el nuevo trabajo?
Sí, claro, estas en un ambiente, un terreno mucho más conocido en todo, a pesar de que nunca antes había trabajado aquí, pero ya había jugado una Copa América acá, tenía información de jugadores colombianos con los que había trabajado en Asia, información con entrenadores colombianos.
–¿Por qué después de 10 meses libre aceptó este reto?
Durante ese tiempo estuve ahí esperando alguna cosas, llegaron, pero eran opciones que no me interesaban porque siempre estaba como esperando algo que realmente me moviera. Si llegaba algo que sacara de Costa Rica tenía que ser algo que me motivara, y en Colombia, en este sentido, por el tipo de campeonato que es y los jugadores que hay era bueno, por poder en algún momento agregar cosas a mi currículo, daba además la opción de entrenar a un equipo popular de mucho arrastre, eso lo estaba deseando.
–¿Lo escucho muy motivado?
Sí, la época que estuve en Asia también me entregué con todo, pero lo que pasa es que a veces ese gustito por ver un estadio repleto, por sentir el calor de la afición y la exigencia deportiva es agradable, eso para los deportistas es algo que viene innato.
–¿Además los resultados se le están dando?
Siempre es mucho mejor arrancar con resultados positivos que al revés, eso le da a la organización mucha más tranquilidad en la elección, a los jugadores mucha más confianza en lo que se está proponiendo y es básico para poder ir quemando etapas.
–¿Esta experiencia es muy diferente a lo que venía acostumbrado en Emirados e India?
La diferencia creo que está en el entorno. Porque el trabajo que pudimos hacer en Asia. Por ejemplo, en Emiratos fuimos campeones del golfo, en China o Mumbai fueron trabajos muy buenos, lo que pasa es que cuando trabajas en un club que tiene una resonancia mundial como América de Cali, tiene más volumen, pero a nivel de trabajo, de desarrollo de una idea, todo lo que uno ha estado haciendo anteriormente ha servido para no perder tiempo.
–¿Cómo es la vida en Cali? Ahí son famosas las rumbas
Nosotros no hemos tenido tiempo, no hemos podido hacer otra cosa que trabajar, trabajar y trabajar, no hemos tenido tiempo de conocer mucho, una vez que inició la pretemporada fue de 24/7 y ahora una continuidad de partidos que no da tiempo de alguna cosa más que informarme en lo deportivo. La rumba mejor vienen ustedes y me cuentan.
–¿Esa afición no es jugando?
Es una afición muy entregada al equipo, exigente como toda la de equipo grande, pero este comienzo, por los resultados, es bueno. Producto de que están viendo como los jugadores se están entregando la afición está apoyando y contenta, esperando que esto tome todavía más forma.
–¿Se topó el fútbol del que le habían hablado o algo diferente?
Sí, sabíamos que veníamos a un fútbol muy competitivo y lo estamos constatando, con diferentes matices de la interpretación del juego, también cada club es diferente, pero en cada plaza, como dicen los mexicanos, es durísimo jugar.
–¿Está con la familia por allá o solo?
La familia siempre está, somos con una tienda de campaña permanente.