Rusia trae el peor de los recuerdos para el pueblo alemán, a la derrota en la batalla de Stalingrado hace 73 años durante la Segunda Guerra Mundial, se le sumará la caída de este miércoles en Kazan que los dejó fuera de la Copa del Mundo 2018.
Una derrota de 2-0 ante Corea del Sur dejó a los teutones fuera de la primera ronda por primera vez en su historia, en un momento en el que llegó defendiendo la corona mundial, pero no podrá defenderla, cumpliendo una vez la maldición del campeón.
Desde Sudáfrica 2010 el campeón siempre se queda en la primera fase, le sucedió a Italia, le pasó a España y contra todos los pronósticos le ocurrió a la Mannschaft.
Corea no necesitó tanques ni frío ni soldados para derrotar a los panzers, sino solo un equipo ordenado y llenó de orgullo que golpeó al final, cuando no había tiempo.
La impotencia alemana por hacer un tanto se hizo gigante, esta vez no apareció un héroe como Toni Kroos en el minuto final ante Suecia para salvar la tanda, esta vez no hubo milagro, sino que más bien el gol cayó en su propia cabaña en el último suspiro.
Los goles de Kim Young-Gwon y de Heung-Min Son fueron suficientes para volver locos a todos los coreanos en Kazán y de paso a todos los mexicanos en Ekaterimburgo, que clasificaron gracias a este resultado pese a caer goleados 3-0 ante Suecia.
Con estos resultados el cuadro sueco calificó de primero, mientras que los aztecas que la vieron muy cerca de quedar fuera de Rusia, pasaron segundos.
A rey muerto, rey puesto, y la Copa del 2018 tendrá un nuevo monarca.