El 3 a 2 que logró Herediano este domingo en la Cueva del Monstruo va para Alejandro Oviedo, el periodista del club que falleció el jueves pasado víctima del covid y quien quedó en el corazón y en el recuerdo de los jugadores florenses.
Era un juego donde su querido Herediano llegaba en el último lugar, sin puntos y visitando al superlíder del campeonato, Saprissa, campeón e invicto hasta este juego. Y el Team hizo la hombrada, venció a Saprissa 3 a 2 y le dio un regalazo que llegó hasta el cielo, donde está Alejandro.
La tarde del domingo fue en honor del querido Alejandro, miembros del Team llevaron una manta para homenajearlo y los morados, de forma muy respetuosa, los esperaron en el centro del campo. Luego, soltaron mariposas, que se fueron para el cielo como buscando a Alejandro en las alturas y todo quedó listo para el juego.
Y en el terreno también hubo tributo para el periodista. Primero, porque ganó Heredia, luego porque ambos equipos mostraron lo que tienen y se fueron con todo al ataque a buscar los tres puntos y mostraron sus mejores galas.
Herediano golpeó de primero con un golazo de Keyner Brown en un saque de esquina. Gerson Torres cobró al primer palo y Aarón Salazar peinó hacia atrás, donde la buscó el defensor y le dio de seguido, de volea, con borde interno como para sorprender a propios y a extraños.
El Team se fue a una esquina, hicieron una especie de círculo y levantaron las manos al cielo, hacia Alejandro.
Herediano era ligeramente mejor en el terreno, Saprissa también llegaba y en ese vaivén, David Guzmán también lo quiso homenajear porque los morados también lo podían hacer.
Recibió un balón de Mariano Torres, que sostuvo la bola, jaló marcas, se hizo el espacio y se la dio al volante, quien recibió y de una vez se la puso él mismo y sin tomar impulso, sacó un derechazo desde el vértice del área, al ángulo contrario. Golazo impresionante. Sí, los morados también lo podían tributar, sobre todo con un pepino de esos.
Pero el mismo Guzmán también le obsequió un regalito al Team y por ende a Alejandro, ya al cierre de la inicial. Recibió un balón frente a su propia área, hizo un par de movimientos y resbaló. Yendrick estaba cerca, se hizo con la bola y el volante morado tardó media hora en levantarse. Ruiz avanzó, vio al Mac solo al otro lado y le dijo, “métalo”.
Mac, que tiene a Sapri de hijo, solo tocó y otra vez el Team hizo el ritual para el amigo en el cielo.
En el complemento, el Team entró dispuesto a liquidar y maniató a Saprissa en los primeros minutos copando todo los espacios del terreno. Entró Luis Franco por Jewison Bennette que se fue apagando en el partido y el mexicano mostró cosas interesantes.
Entonces, el Monstruo movió el banquillo para ver cómo recomponía, pero el Team tenía entre ceja y ceja los tres puntos y darle un regalo a Oviedo.
Pero Guzmán quería otra cosa. En un córner, el balón le quedó a Christian Bolaños que reventó el horizontal, el rechazo fortísimo fue directo al volante morado, que reaccionó metiendo el pie y enviando la bola al fondo para marcar su doblete. El clásico del buen futbol crecía en emociones.
Franco lo intentó de tiro libre, pero Cruz le dijo “no” en momentos en que el juego se había equilibrado y ambos buscaban el triunfo con mucho ímpetu, pero las defensas estaban bien paradas.
Lo intentó McDonald por el Team en una individual que quedó en el cuerpo de Aubrey David, lo intentó Waston de cabeza en un tiro de esquina para Saprissa.
Hasta que el Team volvió a golpear con la fórmula del primer gol. Tiro de esquina al primer palo, peinadita de Salazar hacia atrás y otro defensa, Orlando Galo, llegado de la banca, la mandó a la red dándole de seguido.
De esa forma, Herediano abandonó el sótano, se dejó el clásico del buen futbol y mandó un mensaje que fue recibido con una sonrisa en el cielo. Esta es para ti... Alejandro.
El tercer ritual de los heredianos, hincados en el zacate, en formación de círculo y con los brazos al cielo no se hizo esperar. Sin duda, Alejandro aplaudía el espectáculo.