Uno de los mayores gustos o anhelos que tienen la gran mayoría de aficionados a las motos es tener una Harley-Davidson con la cual recorrer los caminos y que los lleve hasta donde el tiempo diga.
Ese es, precisamente, el caso de Manfred González Gómez, un vecino de Alajuelita que tiene un negocio de venta de baterías para carros y desde siempre ha tenido gran pasión por andar en dos ruedas y desde hace cuatro años tiene su Harley modelo 2009 Dyna de 1.650 centímetros cúbicos.
Junto con su pareja y su grupo de amigos de Moto Shoppers, montarse en la moto y salir a darse una vuelta es, sin duda, uno de sus grandes placeres, según nos comentó.
“La moto la tengo desde hace rato, como año y medio; mi señora y yo la pasamos chaneando, haciéndole aquí y allá, cambiándole esto y lo otro. Con ella incluso ya hemos hecho viajes afuera del país, fuimos a Panamá y en Costa Rica hemos ido a muchos lugares.
“La anterior moto que tuve era una Kawazaki 1.500; la persona que tenía esta quería una más confortable y negociamos esta moto, por lo que hicimos como un intercambio prácticamente.
“A la moto se le han metido muchas cosas, maletas, espaciadores en el volante, porque ella viene originalmente con otro que va a lo largo, que no era como este. Luego lo normal, los cambios de aceite y trabajitos pequeños”, comentó.
Antes de llegarle a esta bicha, González tuvo distintos tipos de motos como japonesas que, si bien es cierto también las califica como muy buenas y con grandes capacidades, al final una Harley es una Harley y siempre es vista de manera muy especial dijo.
“Yo siempre soñé tener una moto así desde carajillo, es algo que siempre me imaginé, pues siempre me han gustado y ha sido una pasión. Todo mundo que se mete en este ambiente, todos buscan una Harley, te lo digo así honestamente.
“Sí hablamos de comodidad, confort, la moto japonesa es muy buena, es confortable porque te digo que es lo que he tenido de muchas marcas y tamaños. Ahí fui subiendo y subiendo, pero como te digo, la gente siempre añora y piensa en tener un Harley, es algo que quería y conseguí”, explicó.
El otro detalle es el de la gente que se topa cuando ve la moto, pues siempre le dedican algunas miradas y uno que otro piropo a una bicha de esta clase.
“La gente se le queda viendo por ser una Harley y lo que significa; eso es así, no hay mucho que hablar ni explicar, sino por lo que significa”, añadió.
Manfred nos explicó que hay planes en camino para seguir metiéndole kilómetros, especialmente, en Tiquicia. Pegarse otra vuelta fuera del país junto al grupo del que forma parte es otra idea, aunque es una perspectiva más a futuro y no tanto para el presente cercano, debido a diversas ocupaciones.
“El grupo tiene salidas a Nicaragua y Panamá; estaban con la idea de ir a México o El Salvador, en eso están, pero todavía está quedito, hay más prioridades que esas en este momento. Sí sería muy bonito darse una vuelta de esas, pero todavía no es el momento”, indicó.
Mientras tanto, el alajueliteño seguirá regando veneno en las calles ticas con una moto de esas que están para rajar.