La junta directiva de Alajuelense por fin reaccionó y después de alcahuetar a La 12 y ver la metida de patas permitiendo su ingreso el pasado domingo, en el juego contra el Saprissa, ya no permitirá más el ingreso de de esos pachucos al estadio Morera Soto.
La decisión de los directivos es unánime, pero debió ser tomada hace tiempo desde que se aprobó la ley contra las barras, en noviembre del 2020, pero se habían hecho los zorritos.
Además, como los obliga la “Ley Contra la Violencia y el Racismo en el Deporte”, la dirigencia rojinegra informará al Ministerio Público sobre los actos bochornosos del domingo anterior, luego del partido de vuelta de la final de la segunda fase, para que determine si hay delitos por parte de los aficionados que se pusieron violentos.
Los manudos detallaron, además, que el espacio de la barra será acondicionado para grupos familiares y que ya no permitirán el ingreso de bombos y otros instrumentos.
La Liga también iniciará un proceso interno para aplicar el reglamento de la institución a los socios que hayan participado de esos actos y expulsarlos.