A Hernán Torres ya le habíamos vaticinado el domingo pasado que le espera una breteadota de madre y padre para poder corregir el rumbo de Alajuelense y que en el año de su centenario puede trascender y la derrota 1-0 ante Grecia de este miércoles lo ratifica por completo.

Con un clásico el próximo sábado en la cancha del archirrival, motivado al máximo por la llegada de uno de sus máximos ídolos, Walter Centeno, el panorama rojinegro es muy oscuro, porque no se ven luces en el horizonte que hagan pensar lo contrario.

Un viejo conocido de los morados, Allan Alemán, apenas en su primer partido dirigiendo a los griegos, luego de la salida de Paté, mandó al León para la Cueva herido y lleno de dudas, que cayó en el último puesto de la tabla de posiciones.

Lo visto en la cancha mostró fielmente al equipo que está en el primer lugar contra uno que acabó colero, olvidémonos por un momento de la historia de ambos cuadros y quedémonos en el hoy, la mejenga reflejó porque ambos clubes están adonde están.

El líder, Grecia, manejaba la pecosa, creaba opciones, daba sensación de peligro y constantemente pisaba el área rival, era quien llevaba el hilo del juego ante una Liga, el penúltimo, que le costaba mucho armar juego, se ahogaba con la presión y le costaba horrores hacer un remate,

Si cualquier persona que no tuviera la mínima idea del fútbol costarricense y solo se fijó en la posición de ambos equipos en la tabla, no se extrañaría de lo visto y pensaría que es lo normal, el equipo grande es de los griegos, el otro ni siquiera hizo un tiro a marco en todo el partido.

Al partido le faltaba mucho “punch”, en la primera hora de partido apenas vimos un tiro a marco, solo uno, un cabezazo de Frank Zamora a los 32 minutos lo rechazó de buena manera Patrick Pemberton, eso era todo.

En las caras de los jugadores manudos se nota la falta absoluta de confianza, ánimo y de explicaciones ante cosas que no salen. el trabajo de Torres no es solo corregir el rumbo en lo técnico y táctico, es notorio este miércoles va más allá de eso.

Para volver al juego “lindo” que le imprimió el cafetero a los erizos en su primer paso por la Liga allá en el torneo de Invierno 2015 hacen falta aún muchas cosas, no es comida de trompudo.

Sin sufrir

El segundo tiempo arrancó como terminó el primero, con el líder manejando el partido, yendo al frente, manejando la pecosa y sin sufrir atrás, acá los únicos que sufrieron fueron los manudos que pagaron su entrada en un estadio Colleya Fonseca que estaba prácticamente lleno.

Cuando cayó el gol de Grecia, fue apenas para seguir el guión que llevaba la mejenga. el autogol de Henry Martínez es otra muestra de un equipo que no le sale ni la Llorona, ni arma por lo menos un pleito. Lleva cuatro juegos seguidos sin ganar.

Un centro de Byron Bonilla que no llevaba peligro alguno, lo desvío el catracho intentando despejar pero lo que hizo fue globear la bola para que no pudiera llegarle a Pemberton.

El partido sufrió una inusual interrupción cuando una torre de luz que se apagó a los 67 minutos, mandó a los equipos por unos 20 minutos a esperar a los camerinos mientras se resolvía la situación.

Cuando se reanudó el juego se dio el regreso de Alex López en la Liga, quien no jugaba desde la primera fecha, pero a diferencia de la canción de la cantante mexicana Yuri, acá con el apagón no sucedió nada.