Alajuelense pasó por todas las emociones posibles este miércoles. Estuvo cerquita de botar todas las opciones de clasificar, estuvo abajo en el marcador 2-0, sin ideas en el campo, reclamos entre futbolistas, es decir, vivió una pesadilla.
Los manudos pudieron pasar del centenario al novenario, incluso vieron cómo el primer gol brumoso llegaba por un autogol del portero Patrick Pemberton, la única cara en qué persignarse que ha tenido el equipo este torneo.
Sin embargo, en el segundo tiempo comprobaron que es más fuerte el León que el muñeco brumoso, ganaron 4-2 y se dieron una inyección de poder y positivismo que tanto necesitaban en un torneo donde han andado por la calle de la amargura.
A los manudos les tocó sufrir en el primer tiempo, debieron sacar a Kenner Gutiérrez del baúl de los recuerdos, donde lo envió el técnico Hernán Torres para que sustituyera al lesionado Porfirio López, Anthony López fue titular por el sancionado Luis Garrido y Ariel Lassiter jugó por el lesionado Allen Guevara.
Lo bueno fue que tanto López como Lassiter hicieron el tercero y cuarto gol, para darse confianza y echarle la mano a los rojinegros.
No obstante, antes de tanta alegría, pagaron cara la improvisación.
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Al minuto 16, Cartaginés abrió el marcador en una jugada que no parecía peligrosa, claro, cuando se trata de bolas que llegan al área manuda, hay que persignarse porque cualquier cosa puede pasar y esta vez no fue la excepción.
El cubano Marcel Hernández ganó una bola que perdía su compañero Jorman Sánchez por la derecha y envió un centro a su gran socio Paolo Jiménez, el cual era marcado por Henry Figueroa.
El catracho quiso cabecear para desviar la pecosa pero no le llegó, Paolo se lo bailó, lo engañó, se dio vuelta y envió un centro que pasó debajo del brazo derecho de Patrick Pemberton, quien cometió un claro error técnico y de paso el autogol para amargar rapidito a la afición.
El gol desconcentró a los manudos, quienes empezaron a desordenarse, a hacer malos pases y perder balones. Claras señales de la desesperación y presión que los acompañan hace rato.
Y eso que, antes del primer gol brumoso, Róger Rojas se comió una clara, de esas que antes no fallaba ni con los ojos cerrados.
Unido a eso, el portero brumoso Darryl Parker tuvo por lo menos tres paradones, uno ante el mismo Ro-Ro y otro a Freddy Álvarez, al 31′, cuando recibió un pase de Ureña, mandó un zurdazo y Parker metió la mano derecha para enviar al tiro de esquina.
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Los manudos cobraron ese tiro de esquina, Parker se dejó el balón y de inmediato sacó para que Jorman Sánchez se montara una corrida por la derecha. Iban cuatro brumosos contra dos manudos, precisamente por lo mal parada que agarraban a la defensa manuda.
Sánchez se tuvo confianza y entrando al área mandó un latigazo cruzado de pierna derecha para que Pemberton recibiera el segundo gol de la noche al minuto 32.
Después de ahí, sobra decir que la Liga no armaba ni un pleito y al final lo intentó con otro remate de Álvarez que de nuevo despejó Parker.
Otra cara del León
En el segundo tiempo, al minuto de juego, Ureña le sirvió a Ariel Lassiter, otro al que le tocó comprobar la buena noche de Parker porque le desvió el remate de puños.
El juego se empezó a inclinar para los rojinegros y pronto llegaron sus goles.
La Liga sacó a Ureña por Jonathan Moya y la cosa cambió para bien.
Los rojinegros descontaron al minuto 60 , luego de un tiro libre de Alex López cabeceado por José Miguel Cubero, ante la mala salida de Parker.
Cinco minutos después, López sería protagonista en el 2 a 2 al cobrar rápido un tiro libre para Anthony López, éste remató a marco y ahí empujó Jonathan Moya, quien sumaba seis minutos en el campo.
El empate motivó a los manudos ante un Cartaginés que desapareció del campo y lo hizo más con el golazo de Anthony López, al 75, con la típica jugada que hacía con el Municipal de Pérez Zeledón al montarse una corrida y rematar de zurda fuera del área para el 3-2.
Cinco minutos después, Lassiter consiguió su primer pepino como manudo al recibir un pase desde el área manuda, se fue solo desde la media cancha, amagó a Parker y con el marco a su disposición anotó el gol de la sentencia con la zurda.