Golpeados, heridos, bailados, sin alma, sin corazón, sin fútbol y sin Copa de Campeones de Concacaf. Alajuelense cayó goleado 4-0 ante el New England Revolution, con lo que prácticamente le dicen adiós a este torneo en apenas las primeras de tanteo.
¿De qué le sirvió a la Liga clasificar directamente a octavos de final? ¿Cuál acabó siendo el beneficio de ser campeones de la Copa Centroamericana? Si en la primera oportunidad de demostrar de qué está hecha hizo uno de los peores ridículos que se recuerde de equipos ticos.
Lo del León ya no hay por donde defenderlo y a Andrés Carevic menos, está claro que su ciclo en la Liga está en tiempos extras hace rato y si lo mantienen en el puesto es por la cabezonada de sus dirigentes que son los únicos que parecen no ver la realidad.
El “fuera Carevic” ya se escucha hasta afuera de Costa Rica, pues el grupito de manudos que llegó al Gillette Stadium en Boston, sede de la mejenga, empezaron apoyando y acabaron igual que han sido casi todos los partidos en el Morera Soto, pidiendo la cabeza del entrenador.
Irse con la serie liquidada es algo que ni el manudo más pesimista imaginó, pero luego de este papelón ni el liguista más optimista va a pensar que tienen la mínima opción. La Liga no ha hecho nada para que la afición crea la contrario.
Es que una vez más Alajuelense demostró ser un equipo con mandíbula de cristal, que ante las dificultades se hunde, que es emocional, frágil y que cuando las cosas se le ponen complicadas se enreda y que en esta ocasión hasta terminó haciendo un ridículo.
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La sensación es muy mala, pues previamente la serie daba toda la impresión que es para que los erizos se llevaran algo de Boston, dado que no estaba frente a uno de los rivales más pintados de la MLS, sino frente a uno que algunos consideraban era accesible tanto por su presente como por la planilla. El técnico llegó hace dos meses y medio y no tiene figuras de peso
El León tuvo 20 minutos en los que hacía pensar que tenía todo para golpear a un Revolution que entró flojito y que hasta se dejó a algunas de sus figuras en el banco, pero conforme el reloj fue avanzando la realidad le pegó un golpe en la cara durísimo.
La gran diferencia en ese arranque radicó en los fallos de sus figuras, porque primero a Joel Campbell le quedó una solo, solo frente al marco, pero le pegó muy por abajo a la bola y la mandó a volar, en una opción clarísima que lamentaron los ticos.
Que alguien le diga al “fichaje bomba” que los manudos lo necesitan en la cancha, no en redes sociales subiendo historias o promocionando sus negocios, pues de momento el bombazo se ha quedado en puro humo con el atacante.
A los 11 minutos, Celso Borges pegó un tiro libre que pasó por el costado izquierdo de la barrera y la tapó de gran manera portero del New England Revolution, Henrich Ravas.
Apenas la Liga recibió el primero, se desplomó como un castillo de naipes, por eso decimos que es un equipo de mandíbula de cristal, apenas con un golpe va al suelo.
Era una todo un desconcierto y de otro balón perdido nació el 2-0, Aarón Suárez la perdió en la media, vino un contragolpe rápido, Nacho Gil la filtró y Tomas Chancalay definió con remate fuerte al primer palo, al que no le llega Moreira en 40 minutos.
Al inicio del segundo tiempo, cuando se pensaba que venía otra actitud, con la mente más clara, más bien le cayó el otro bombazo que liquidó la mejenga tras una mano de Edward Cedeño en el área, que el árbitro mexicano Adonai Escobedo no dudo en pitar como penal.
Chancalay le metió un bombazo al centro a los 48 en un tiro en el que Leo se juega una esquina muy antes, dejándole al argentino el camino sencillo para poner el 3-0.
La defensa de la Liga era un flan y así cayó el 4-0. Otro pase filtrado de Nacho Gil a Nicholas Lima para que Esmir Bajraktarevic cerrara abajo del marco en el área pequeña ante una terrible marca.
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