Alajuelense frenó al Real Estelí en Nicaragua y tiene medio título de Centroamérica en mano

¡Paren la fiesta!, guarden las Toñas y el pinolillo, bájenle al jolgorio que Alajuelense fue a Estelí a poner orden y meter en cintura a un rival que le matoneaba a cualquiera en su campo.

El 3-0 que consiguieron los manudos ante el Real Estelí, hace sentir y pensar que este asunto ya está cocinado y salvo una tragedia en el Morera Soto de proporciones épicas le quita a los manudos el título de la Copa Centroamericana.

La Liga hizo frenado al Tren del Norte con efectividad, aprovechando las que le quedaron y sin bajar el pie del acelerador ante un rival que ya lo habían menospreciado lo suficiente durante todo este torneo para darse cuenta lo que es.

Uno a uno, todos los rivales que visitaron el estadio Independencia fueron cayendo en la trampa, allí perdieron todos los campeones de Centroamérica, desde El Salvador hasta Panamá incrementando un invicto de diez años en un sitio que era un fortín.

FAS, Olimpia, Xelajú, Saprissa y el Independiente de Panamá cayeron a los pies de los pinoleros, pero ninguno de ellos era el León el que en el torneo regional ha demostrado, con creces, ser el mejor equipo del torneo.

Sin duda que el León analizó muy bien lo que fue la visita de Saprissa a Estelí, un equipo sumamente emotivo que se aprovecha de los fallos del rival para en una que le queda golpear y llevarse el partido.

El Estelí al encontrarse un equipo seguro en defensa, con un arquero que juega muy bien su área y que fue muy efectivo, se metió en un zapato porque no es un rival que juegue a proponer siempre.

Cuando la Liga pasó los emotivos minutos iniciales en que apretaron los pinoleros inspirados por su gente, empezó a manejar las acciones y a asomarse en el marco de Douglas Forvis, entrando por las bandas con Carlos Mora por un lado y Freddy Góndola por otro.

En una de esas, Morita se fue por la derecha, la puso al centro donde apareció Joshua Navarro para definir de seguido con la diestra y abrir el marcador al 32 bajando el ímpetu inicial del rival y el público.

Cuando el primer tiempo estaba por acabar, al 45 +2 cayó el segundo gol con un mazazo para el ánimo nica, un pepino de tiro libre de Michael Barrantes que se clavó al ángulo izquierdo de Forvis, imposible para él, bola que pasó en una barrera que no estaba tan bien acomodada y por allí encontró trillo para colarse.

Estelí no se había topado a un rival como la Liga, que capitalizó sus errores y no lo perdonó, como quedó visto al arranque del segundo cuando Leyvin Balanta regaló una bola con un pase para atrás que se la dejó en los pies a Góndola.

El panameño aprovechó el regalito, avanzó unos metros y definió entre las piernas ante el achique desesperado de Forvis para poner el 3-0 a los 48.

La mayoría del segundo tiempo se fue en los intentos pinoleros por al menos descontar y era lógico y normal, estaba siendo goleado en su casa y necesitaba descontar para ilusionarse con algo.

El exigido y el del desgaste tenía que ser el local, por ahí pudo conseguir el descuento, pero una que el capitán Josué Quijano pegó al horizontal al 67 y otros intentos que se desperdiciaban por la mala técnica y en las que remataron, apareció Osito para poner orden.

La Liga hizo cambios, entró Joel Campbell que fue banca en esta ocasión y Doryan Rodríguez, pero sin incidir ni apretar mucho en ofensiva.

Tal vez los detalles para lamentar del lado manudo son la lesión de Alex López, que apenas a los 26 minutos salió por una lesión muscular, en su lugar ingresó Barrantes.

La desesperación nica acabó en caminos equivocados, en una que un jugador manudo estaba quemando unos segunditos en una falta, se armó una discusión y Bancy Hernández, el que clavó a la S en ambos juegos, esta vez más bien se fue expulsado.

Un manotazo a la cara de Alexis Gamboa frente al réferi fue suficiente para que viera la roja y terminar de la peor manera posible para los suyos.

Salvo un milagro, Alajuelense ya tiene su segunda copa del semestre en la bolsa, en Costa Rica el León debería liquidar al Tren del Norte y demostrar porque ha sido sin lugar a dudas el mejor equipo de Centroamérica, el único invicto.