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Alajuelense femenino se juega este viernes una de sus cartas más importantes del torneo

Alajuelense, al mando de Wílmer López, visita este viernes el Ricardo Saprissa

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Wílmer López y Alajuelense se juegan el primer lugar este viernes. (Jose Cordero)

El clásico femenino, de este viernes a las 8 p.m., es un duelo clave por donde sea que se le mire, no se trata solo de un episodio más en la rivalidad entre Saprissa y Alajuelense, sino también el que puede liquidar la lucha por el primer lugar en el Apertura 2023.

Para Alajuelense representa su última oportunidad de mantener viva la lucha por el liderato. A falta de seis puntos por disputarse, está a cinco de las moradas, por lo que es obligatorio el triunfo para recortar camino y esperar que en la última fecha los marcadores le ayuden.

En la fecha final, el Monstruo se mide a Pococí, que está en el cuarto lugar peleando clasificación a semifinales con 14 puntos y las leonas van ante Pérez Zeledón, quintas con 11 unidades.

Para Wílmer López y sus dirigidas es un partido en el que, además del tema de la tabla, se juegan una revancha del clásico de la primera vuelta, en el que cayeron 2-1 en casa.

“Nosotras, más allá de que sea un clásico o no, siempre vamos con la consigna de ganar, es la consigna de nosotras que somos tetracampeonas, ganar siempre todo, lo que se ponga enfrente y si eso ayuda a acercarnos al liderato, pues también bienvenido sea”, destacó la defensora Gabriela Guillen.

A diferencia del torneo masculino, en el fútbol femenino el líder de la primera fase no tiene un premio adicional, salvo el cerrar las series de la segunda ronda en casa.

Las manudas el torneo pasado vivieron la misma situación, no fueron líderes, pero en la otra ronda volvieron a ser el equipo sólido de siempre y se llevaron el título.

Gabriela Guillén (3) es clara en que un clásico se gana sí o sí. Foto: Prensa LDA.

“Es inevitable que se piense en la otra fase. Aunque la concentración está 100% o 99,5% en el clásico, siempre se piensa que el equipo esté de la mejor manera posible física y mentalmente para lo que son las semifinales, que es el tramo final, es inevitable no pensar en eso.

“A lo largo de estos dos años, siempre hay altibajos como cualquiera, pero hemos sido muy constantes independientemente del rival que toque, tratamos que todas las semanas sean iguales, que todo vaya basado en el partido del fin de semana. Es bonito más bien que el clásico sea como al final de la fase regular porque puede ser un buen panorama de lo que serán las fases finales”, comentó.

Como dice Guillén, este tipo de partidos pueden dejar tocado a cualquiera de los rivales para los próximos días, cuando lleguen las mejengas en las que ya no se puede fallar.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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