Alajuelense se convirtió en un amor tóxico para la gran mayoría de sus aficionados, que se ilusionan con un campeonato que se les niega desde el 2013, creen en sus promesas, en sus fichajes y al final les rompen el corazón.
Sin ir muy lejos, porque la cosa podría tomar tintes de dramatismo, basta con echarle una mirada al actual campeonato para comprobar cómo el León juega con el corazón de sus fieles.
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Hagamos memoria.
Después de llegar a la final de la segunda fase del Apertura 2018 y caer en penales ante el Herediano, en diciembre, los fiebres dolidos superaron rápido esa decepción al ver fichajes como el de Esteban Alvarado y Marco Ureña, quienes llegaban a darle una mano a un equipo que, según muchos, era claro favorito para ganar este torneo.
ay @ldacr, en serio que sos el amor que más me ha hecho sufrir, debemos de parar esto tan tóxico que tenemos.. EMPEZÁ A GANAR YA PUES! 😭
— K.🌸 (@arguedas_key) February 7, 2019
Sin embargo, en el amor la cosa no depende de una persona, sino de los dos que, en teoría, conforman una pareja.
Sin embargo, siempre hay un tercero que se quiere pasear en las relaciones y uno de esos fue Alvarado, el que les hizo un puño el corazón a los manudos jalando del club sin debutar y para peores, rematando con la frase de que Alajuelense no era un equipo grande.
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Ya en ese punto la decepción cambió por enojo y odio, unido a que cuando eso pasó, el equipo había cambiado de técnico y ni siquiera estaba en puestos de clasificación, algo que hasta esta jornada, los liguistas no han podido conseguir porque lo más alto que han estado en la tabla es el sexto lugar.
Sin embargo, cuando alguien sigue pepiado, por más trastadas que le hagan la ilusión regresa y parece ser lo que ha sucedido con los rojinegros en los últimas días.
Y es que cuando parecía que el León hacía maletas para irse a preparar la pretemporada desde marzo, los manudos dieron la sorpresa ganándole 4-2 al Municipal de Pérez Zeledón y 1-0 a Grecia. Con eso la feligresía se puso a prender velitas a ver si ocurre el milagro y se les da la clasificación a semifinales.
Si eso pasa, sería una verdadera proeza.
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No obstante, algunos alajuelenses piensan que lo mejor hubiera sido que esto no sucediera porque volverse a ilusionar con un amor tóxico que hace daño, decepciona y abandona, pese a tenerle toda la fe puesta, solo produce tristeza y dolor, algo que los manudos no soportan que les pase una vez más y, en especial, si este sábado caen ante Saprissa.
No es amor tóxico
Rafael Ramos, experto en temas de pareja, señaló que para que un amor sea tóxico debe haber una anulación de la persona, así como agresión física, verbal y sexual; procesos de codependencia, es decir, es una relación disfuncional que minimiza a uno de los implicados.
Por lo anterior, lo que pasa entre la afición manuda y el equipo no es amor tóxico, sino una relación amorosa de ilusión.
"Es como cuando uno tiene expectativa de que la pareja sea cariñosa y, al contrario, es fría. Se le propone hablar y no quiere; quiere más creatividad y es apática.
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“Desde esa perspectiva construimos relaciones y hay amores que duelen, que causan heridas profundas porque estamos pidiendo algo fuera de la realidad”, explicó Ramos.
Para él, si pensamos en la afición de un equipo al que las cosas no le salen bien, como pasa con los rojinegros, pero se ve que la contraparte está trabajando para mejorar, tal y como ha intentado Alajuelense últimamente, entonces surge un amor sano porque se ve que el otro está poniendo de su parte.
“No es que los jugadores están mal porque no salen a jugar, sino que no les están saliendo las cosas”, añadió Rafael, mientras indicó que cuando llega la crisis no se debe salir huyendo solo porque mis expectativas se ven frustradas.
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Con la realidad de Alajuelense y del torneo, en cualquier momento puede pasar que la ilusión de la afición desaparezca y otra vez se frustren, especialmente si quedan fuera de la segunda fase.
En este punto, Ramos dice que en una relación se debe ser realista y darse cuenta de las capacidades del equipo o la relación para funcionar.
“No podemos esperar que, por un brinco de suerte, las cosas van a cambiar de forma mágica, que por el hecho de que este fin de semana salimos a cenar, fuimos al cine, hicimos el amor, eso no significa que los problemas de comunicación que tenemos estén resueltos”, señaló.
Lo anterior aplica para los manudos por aquello que, si después de ganarle a Pérez Zeledón y Grecia caen ante el Monstruo este sábado, no clasifican o no son campeones, no deben echarse a morir porque era algo que se veía venir debido a malas decisiones que tomó la directiva en algún momento, las lesiones, entre otros aspectos y solo queda buscarle solución.
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“El proceso ha sido irregular y no podemos pretender que de un momento a otro el equipo levante porque hay circunstancias que no están resueltas”, insistió Ramos.
Este amor tendrá final feliz
Con tantos sentimientos en el airea hacia Alajuelense, conversamos con Marcelo Poltronieri, editor de La Teja y miembro de nuestro programa deportivo De puntazo, el cual se transmite por el Facebook del periódico, para saber si él siente un amor tóxico hacia la Liga.
"Yo diría que no, porque el amor a un equipo de fútbol es, guardando las distancias, como el de un papá con su hijo. O sea, incondicional, en las buenas y en las malas.
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“Aunque el hijo se equivoque y cometa errores, para eso está uno, para apoyarlo a que salga adelante. Quizás en esta sequía de cinco años de no ser campeones uno sufre porque quiere ver al equipo bien, pero no lo considero un amor tóxico, sino como una parte que incluye el amar”, indicó el popular Chelo.
Poltronieri define su relación con la Liga como incondicional porque al escoger a un equipo no hay marcha atrás y en el contrato que firman no especifica títulos, sino amor eterno.
“La Liga me ha dado muchas alegrías y sé que pronto me va a dar más”, aseguró con confianza Marcelo.
El comunicador aclara que los triunfos ante los generaleños y griegos le devolvieron la esperanza de que la mala racha acabe y puedan, incluso, levantar la treinta el otro mes.
A la pregunta de si hubiera preferido que lo anterior no pasara para estar eliminados ya y no ilusionarse más, Poltronieri dijo que no porque jamás va a desear que el equipo de sus amores esté descartado.
Indicó que, así les quede un 1% de probabilidades de clasificar, mientras haya vida, hay esperanza.
“Ya metidos en semis cualquier cosa puede pasar. Quizás si hubiese sido un año normal no guardaría tanta esperanza, pero este tiene un sentimiento especial y por eso voy a guardar la fe hasta el último momento porque es un anhelo muy grande ver a la Liga campeón este año, ya sea este o el otro torneo”, insistió.
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Marcelo comentó que será más duro el golpe si quedan eliminados después de haber levantado el nivel, especialmente porque con equipo completo todo el torneo y con el técnico Hernán Torres desde el inicio, la Liga estaría clasificada y en el primer lugar.
“¿Tendrá final feliz este amor o no?”, le consultamos a Marcelo y contestó: “Sí. Yo sé que ese final feliz está cada vez más cerca de llegar. ¡Cuidado y no es antes de lo que muchos piensan!”.