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Alajuelense demostró en la semifinal del torneo de Apertura todo lo que no debe hacer un equipo grande si desea convertirse en campeón del fútbol tico.
Los manudos cayeron en la serie ante Herediano y ahora deberá esperar la fase final entre Saprissa y el Team, para jugar la gran final y así ver cuál club se coronará como monarca del campeonato local.
En los dos juegos de las semis, en la Liga se cometieron varios errores, dentro y fuera de la cancha, que se tradujeron en el resultado que se plasmó luego del segundo partido contra los rojiamarillos, el miércoles anterior.
Vamos por partes: el domingo anterior, en el juego de ida en el Carlos Alvarado (2-0 a favor de los rojiamarillos), los manudos llegaron al encuentro aún con la mente puesta en la celebración de la Copa Centroamericana.
En 20 minutos ya habían recibido los dos goles y aunque el técnico erizo Alexandre Guimaraes hizo cambios, la Liga siguió sin mostrar un fútbol vistoso.
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Para el juego del miércoles, en la casa de los manudos, el panorama no fue muy distinto. Desde temprano, el liguismo estaba parado de uñas con las declaraciones de Manuel Zamora, gerente general, quien si bien aceptó que en la institución le hacían la cruz a la gran final, sabía que una taquilla de más no le caía mal a las arcas rojinegras.
Ya en el terreno de juego, Alajuelense tampoco superó a Herediano y más bien se vio desesperado, al recibir un golazo como el de Allan Cruz, el agarronazo de Diego Campos hacia Andy Rojas y la expulsión innecesaria de Fernando Piñar, quien ni estaba jugando.
Y para terminarla de hacer, luego de la mejenga, la conferencia de Alexandre Guimaraes fue un espectáculo, pues el técnico liguista se mostró como nunca, molesto e intentando justificar el poco fútbol que se mostró en la serie.
Además, se quejó porque, según él, no lo dejan mejorar el fútbol del país y hasta interrumpió a periodistas cuando intentaban hacerle preguntas, cuando en juegos pasados hasta les llevó pizza.
Se repuso como los grandes
Para el exvolante Pablo Izaguirre, Herediano se repuso en 10 días de un torneo que no había sido bueno para ellos y dejó al descubierto varios fallos en la Liga.
“En el juego en el Carlos Alvarado, la Liga se vio muy mal defensivamente, también en su parte medular, en la media y aunque Guimaraes quiere recomponer, tuvo control de balon, pero no profundizó.
“Y cuando Heredia llegó al Morera llevó el partido a su conveniencia, comenzó a generar ansiedad en los jugadores liguistas, porque tardaron en salir del camerino, el portero comenzó a perder tiempo y fue muy efectivo”, destacó.
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Para Izaguirre, las quejas del entrenador fueron innecesarias, porque según él, no hubo más de dos jugadas de peligro en el partido.
“Herediano gana bien la serie, también tuvo un buen juego mental, nadie le iba a quitar el favoritismo a Alajuela sobre la gran final, pero hubo declaraciones desafortunadas y hasta tuvo que intervenir Joseph Joseph.
“Por otro lado, no le voy a bajar el piso a la Copa Centroamericana, porque todo lo que juega la Liga lo tiene que ganar, pero los aficionados quieren el torneo nacional, quieren que levanten la copa 31, porque su rival le lleva 10 títulos, tiene una urgencia terrible”, comentó.
El exjugador argentino no se quedó con las ganas y para él, el trabajo de Guima no ha sido diferente al de Andrés Carevic.
“Carevic llegaba a estas instancias y era muy criticado, él fue campeón de la Copa Centroamericana, llegó a una final y la ganó, llegó a finales y las perdió y para mí, el equipo de la Alajuelense de Carevic era mejor; pero le cobraban las semifinales y finales perdidas”, manifestó.
Pasivos
Por otro lado, el excapitán Mauricio Montero dijo que el error más grande de Alajuelense en la semifinal fue la pasividad con la que enfrentó el primer juego, pues, el duelo era clave para lo que se podía venir.
“En Alajuela pensaron que el juego de ida sería fácil y rápidamente les ganaron. En la venida, ya era más complicado revertir un marcador como un 2-0. Si hubieran ganado, por supuesto les hubiera ayudado a no llegar a la gran final”, añadió.
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Para el Chunche, la Liga tiene una ventaja, que no contó en otros años, sin embargo, los erizos creyeron que Herediano no iría a atacar en el segundo partido y demostró todo lo contrario.
“Se pensó que con el planteamiento de Heredia no pasaría de media cancha, pero pudo presionar, defender y tenía la tranquilidad de la primera victoria. Cuando terminó el partido Guima fue muy vivo, tiene muy buen verbo y pudo desviar las preguntas que no quería responder”, añadió.
