Alajuelense clasificó a la final de la segunda fase del Clausura 2023 al derrotar 3 a 0 al Cartaginés y dejar el marcador global con un contundente 5 a 2.
El juego fue atractivo, con equipos intensos, que jugaron al todo por el todo, pero con la Liga más afinada, bien entonada y que logró sortear un duro compromiso, luego de un primer tiempo sufrido.
Era el juego del desquite manudo, de la revancha, luego de que los brumosos festejaron en el Morera Soto el título número 4 de su historia, tras 81 años de espera. La afición se hizo presente, apoyó y las circunstancias favorecían a que la venganza se diera.
Pero también era el juego de golpear la mesa para los cartagos. De decir, seguimos aquí, estamos en la pelea y ahora nos comportamos como equipo grande. Era esa opción clarísima de seguir haciendo historia y de paso, de asustar a los de la acera de enfrente, Saprissa y Herediano, que definen este domingo al otro finalista.
Pero quizás el resultado se empezó a establecer desde antes que iniciara el partido con las formaciones de cada técnico, aunque por supuesto, es fácil hablar una vez que el juego terminó. Lo cierto es que Wanhope, obligado al triunfo, dejó en el banco a Allen Guevara y a Ronaldo Araya, dos pilares fundamentales y entró con un traje más defensivo.
La Liga en cambio, no hizo cosas raras. Andrés Carevic inició con su mejor once, lo sostuvo hasta donde le dio y luego hizo los cambios correspondientes, cuando se vio con la ventaja.
Con las cosas así, el peso del juego, como era de esperar, lo llevó la Liga, con López y Borges como lanzadores, con Carlos Mora tan pícaro como siempre, con Josimar Alcócer muy participativo y quien al minuto 27 desbordó por la izquierda y se la puso a Aarón Suárez, quien remató de seguido, pero el balón quedó en un defensor.
Fue la mejor jugada que tuvo la Liga en la inicial, más allá de algunos minutos muy intensos, que terminaron con centros peligrosos.
LEA MÁS: Alajuelense puede darle un feliz cumpleaños a uno de sus figurones
Cartaginés tuvo la suya en un tiro libre al minuto 46, que ejecutó Michael Barrantes y que el delantero cubano apenas rozó. Leo Moreira, muy atento, voló para evitar el pepino.
Esta jugada nació luego de una falta artera de Alexis Gamboa en contra de Jeikel Venegas y en la cual Alex López le pisó la cara al atacante brumoso, la única consecuencia fue una amarilla para Gamboa.
Fiesta rojinegra. En el complemento, Carlos Mora encendió los motores. Como muchas otras veces, el extremo manudo sacó la varita mágica, hizo un baile y sacó un taquito que terminó en el primer gol de Aarón Suárez.
Mora desbordó a dos hombres por la derecha, al minuto 57, se metió a la cocina y casi en la línea de fondo sacó un centro que el portero Darryl Parker apenas rechazó. La pelota le cayó a Mora, quien con una especie de taco, la puso atrás, le cayó a Suárez quien sacó un cañonazo para abrir la cuenta.
La Liga aprovechó el momento, la euforia, la locura del Morera Soto para liquidar la serie tres minutos después, cuando tenían arrinconados a los brumosos. La bola le llegó a Suhander Zúñiga por la izquierda y sacó una raya cruzada desde fuera del área, a la que Parker no pudo llegar.
Después del segundo pepino, la Liga siguió en lo suyo, pero se tomó el cierre como un respiro, ya el Cartaginés estaba muy obligado, debía meter al menos dos goles, algo bien complicado, Por eso cerró caminos, sacó a Borges con problemas físicos, metió a Dardo Miloc y empezó a sentirse en la final con tiempo de sobra.
Cartaginés lo intentó. Murió con la botas puestas, buscó el partido, luchó, pero fue superado por su rival y debe esperar otra oportunidad para golpear la mesa y decir, “aquí estoy , me comporto como un grande”.
LEA MÁS: Andrés Carevic dijo algo polémico, ¿qué fue?
El tercer gol fue gula, de Suárez otra vez, luego de un remate al palo de Mora. Mucho castigo para Cartago.
El gol fue una explosión de júbilo en el Morera Soto, que tenía rato de no festejar algo importante.
De momento, es la Liga la que buscará recuperar esa grandeza, ganando el título.