El defensor hondureño Henry Figueroa lleva solo un partido con Alajuelense, pero desde las primeras de tanteo ya se encaró con los árbitros nacionales, quienes lo mandaron a andar con cuidadito por su juego fuerte.
Figueroa afirma que los árbitros se están dejando influenciar en su contra y asegura que no es un jugador malintencionado ni rudo y pide que lo juzguen por lo que ven en la cancha y no por lo que otros digan de él, una situación que considera injusta.
“Se ha hablado mucho que Figueroa aquí y allá, que en el juego hace esto o aquello, incluso, me encontré con un jugador de San Carlos que me dijo, ‘aquí no vas a venir con tus tonteras ni nada de eso’, yo le respondí que estuviera tranquilo y jugáramos, ahora sí quieres jugar muñecas eso es otra cosa”, comentó.
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Con el árbitro Andrey Vega tuvo diversas conversaciones el sábado pasado, quien lo amonestó al minuto 42 por majar a un rival
“Este es un fútbol muy dinámico, es bastante bueno, lo que no me gusta es que los árbitros son muy quisquillosos, están encima de uno hablándole, el árbitro estuvo todo el tiempo ahí reclamando y reclamando y yo le decía ‘¿qué estoy haciendo?’, el línea también me decía que no agarrara, que yo agarraba y empujaba mucho y no era así”, explicó el defensor.
Para Figueroa en Costa Rica los árbitros cortan mucho más el juego que en Honduras, donde lo dejan ser más fluido, un tema que el ya trae en su juego
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“El hondureño es un fútbol más recio, hay jugadas bruscas y uno se acostumbra a eso, pero siempre leal, eso sí, a la pelota, no es sucio, es un estilo que no me van a hacer cambiar de la noche a la mañana”.