Este martes mientras el director deportivo de Alajuelense, Agustín Lleida, presentaba el nuevo entrenador erizo, Albert Rudé, hizo un mea culpa para reconocer lo que no fue “una buena decisión”: la contratación de Luis Marín.

En la conferencia de prensa de este martes Yiyo apareció varias veces y bajando un poco el moco, el gerente aceptó que lo del anterior técnico no salió como ellos se lo imaginaron al inicio.

“Lo que buscábamos con Luis era traer un técnico que nos ayudara en fases eliminatorias, él había salido campeón con San Carlos, disputó una final con Herediano, pensábamos que por el recorrido allí nos iba a poder ayudar en momentos finales; sin embargo, al día de hoy es visto y conocido que no fue una buena decisión porque el equipo no consiguió levantar”, tiró el español.

A Lleida se le cuestionó por qué cambiaron a Carevic por uno con mentalidad totalmente diferente, más defensivo y calculador y ahora de nuevo van por otro como Rudé que afirma que su mentalidad es ser “muy ofensivo”.

Agustín dio a entender que los jugadores de Alajuelense no se identificaron con lo que quería Marín y que la decisión de llevarlo (a Marín) fue tomada entre la directiva y él.

“Tenemos el deseo y la convicción de que debemos de retomar el estilo de juego con el que el jugador se identifica, volver a ser protagonistas de los partidos, que podamos volver a ver a la Liga de no hace mucho tiempo, estuvimos 28 partidos invictos, retomar esa forma que tenía la Liga (con Carevic), que se adaptaba muy bien a nuestros jugadores”, comentó.

Incómodos

La Teja sabe que a los futbolistas rojinegros no les gustaba el estilo de Marín ni en el campo ni en los entrenamientos, que solían ser casi de dos horas, con mucho brete físico y que los ponía a ver casi partidos completos en videos.

Se dice que incluso un grupo de jugadores habló con Lleida para que le preguntara a Marín si podía cambiar ese estilo, situación por la que le consultamos al gerente, si en Alajuelense los futbolistas tienen esa facultad.

“El jugador en Alajuelense como en todo lado debe entrenar, hacer caso al técnico, seguir instrucciones y cumplir con el rol que tiene dentro del grupo, que dentro de cada grupo, cada jugador tiene roles diferentes de acuerdo a quien sea.

“Los jugadores no vinieron a expresarme nada, yo estoy día a día en todos los entrenamientos, en el gimnasio, en el desayuno. Uno analiza siempre lo que el equipo necesita y de acuerdo a eso que uno analiza, es que se han tomado decisiones”, explicó

Lleida quiso dejar claro que no hubo problemas entre los jugadores y el técnico.

“No ha habido problemas entre los jugadores y Luis si lo quieren enfocar por ahí, sino que los resultados no se han dado y la forma de jugar del equipo no era la que esperábamos y de acuerdo a eso se tomó una decisión. Al final esta seguirá siendo la casa de Luis y ojalá le vaya muy bien”, dijo Lleida.