Marlon Hernández, aficionado empedernido del Club Sport Herediano, ha intentado ponerse en contacto con el defensor Fernán Faerron y contarle la increíble historia que le ocurrió con el jugador.
El aficionado le contó a La Teja la curiosa historia que tuvo con el aguerrido jugador.
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Fernán es un futbolista al que Marlon ha apoyado de manera especial desde que llegó a Heredia y aún más en estas fases finales, por su buen rendimiento, pero hubo un hecho que hizo respaldarlo aún más.
El pasado 18 de diciembre, en el juego de vuelta de la final de segunda fase entre Saprissa y Herediano, en el estadio Ricardo Saprissa, Esteban Alvarado, guardameta morado le metió un puñetazo a Faerron y lo acostó.
La reacción de los antiheredianos, incluso algunos jugadores activos, fue de apoyo a Alvarado por golpearlo y eso le causó indignación al aficionado florense, además de mucha empatía.
Con ese contexto, Marlon le expresó a un par de allegados que sería bonito y especial que Faerron terminara el partido del 27 de diciembre en Alajuela como capitán, siempre y cuando la serie se estuviera ganando, para callarle la boca a todos.
Ese fue el día que Herediano ganó el título número 30 en su historia, tras superar a los manudos con un global de 3 a 2.
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Y ocurrió como Hernández lo predijo, cumpliéndole un sueño como aficionado. Elías Aguilar, capitán florense, fue sustituido al minuto 86 y la cinta de capitán pasó a Faerron.
Pero la historia no termina ahí. Ese mismo viernes, durante los festejos de los heredianos se completa con algo muy curioso.
“Estaba en los festejos, en el parque Central de Heredia, diagonal a la Pops, viendo la carroza y Faerron tenía la camisa en su mano, hecha un puño y la tiró a la gente. La camisa hizo una parábola perfecta, porque a veces se van de lado, y cayó en mis manos. Dije allí mismo que lo tenía que contar, no son cosas que pasan con frecuencia, fue al jugador que más apoyé en la serie”.
Hernández incluso, había expresado que sería genial que fuera Faerron quien recibiera el trofeo en la celebración en el estadio Alejandro Morera, pero los disturbios de la afición impidieron que eso se diera en la gramilla. Al final, fue Elías quien recibió el trofeo, pero a Marlon le quedó una camisa que guardará como un tesoro.
“Ese día, por la gente que había me perdí de los amigos y apenas tuve la camisa, llamé a un primo, uno de los que le había contado que quería que fuera capitán”, dijo.
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“A Faerron le escribí por privado pero por el linchamiento social, no se puede etiquetar y le escribí por privado pero si ve una conversación privada, seguramente va a creer que es para insultarlo. Ojalá vea esta nota”, añadió.
“Marlon dijo que la camisa número 3 también guarda un simbolismo especial para él pues se puede tomar como el número de títulos, la tercera decena de campeonatos que obtuvo el Team. “En otros países, en Italia creo, le ponen una estrella por cada diez títulos ganados”.
Con esta camiseta, Marlon no solo guarda un recuerdo de un momento único, sino también un pedazo de la historia del Herediano. Una historia que, para él, se escribe con pasión, emoción y una conexión inquebrantable con su equipo.