Para Gandhy Badilla, la Liga Deportiva Alajuelense representa su vida y por eso no lo pensó dos veces para plasmar en su piel el rostro de uno de sus ídolos manudos.
Este lunes, Badilla acudió al estudio Eclipse Tattoo & Perforaciones, en City Mall, Alajuela, para tatuarse la cara del exvolante rojinegro Wílmer López y así hacer más grande la lista de tatuajes alusivos al club erizo.
La Liga está cerca del título 31, solo debe vencer a Cartaginés en el juego de vuelta de la fase final del Torneo de Clausura y Gandhy espera con ansias la mejenga del próximo jueves, a las 8 de la noche, en el Alejandro Morera Soto.
“Fue un buen partido, pero nos faltó el gol, para no ir obligados al juego de vuelta. Siento que el jueves la Liga ganará 2-0”. Gandhy Badilla, aficionado de Alajuelense.
Este vecino de Vargas Araya, en Montes de Oca, tiene más de 20 tatuajes, entre ellos el estadio Alejandro Morera Soto, el león, el escudo, el trofeo de la copa 29 y un ritmo cardíaco que finaliza con la insignia del equipo de sus amores.
“La verdad es que tengo más o menos un año pensando en hacerme el tatuaje del Pato, pero no encontraba a una persona que me convenciera para que me marcara.
LEA MÁS: ¡Amor Tricolor! Pareja de esposos se tatuó el escudo de la Sele (Video)
“¿Y por qué Wílmer? Porque es un ícono, no solo de la Liga, sino de la selección nacional. Era un jugador con una gran técnica, muy humano y siempre transmitía su amor por la camiseta”, manifestó esta manudazo.
Manudo de hueso colorado
Gandhy acudió a la cita con su pareja, María Artavia. Llegó al estudio a las 10 de la mañana y diez minutos después, comenzaron a marcarlo.
La palabra dolor no representa nada para este comerciante, dueño de un puesto de venta de helados, pues le encanta tatuarse.
“Es un dolor que describo como rico. Coordiné con Mike (el tatuador) el diseño desde hace más o menos un mes y la verdad es que me gustó la propuesta que me hizo, poco a poco fuimos viendo ideas y me pareció interesante lo que me ofreció”, afirmó.
Este fiebre llegó bien uniformado. Lucía una camisa blanca tipo polo con el escudo de la institución manuda y hasta el estuche de su cel es alusivo a Alajuelense.
Mientras se marcaba, Gandhy comentó cómo se hizo aficionado liguista.
“Cuando yo tenía 15 años, mi sobrino Michael iba al estadio y yo no podía ir. Un día me llevó a escondidas y esa visita marcó mi vida.
“Ya era manudo, pero gracias a Michael mi amor por los colores se elevó a otro nivel. No soy socio, pero cada vez que puedo voy al estadio”, expresó.
¿Qué representa Alajuelense en la vida de este pulseador?, le preguntamos.
“La Liga es mi vida y espero que esta semana pueda lograr el campeonato sin necesidad de la gran final, ese título me haría muy feliz”, manifestó.
Y sobre el juego del domingo pasado, contra los brumosos, Badilla confesó que el resultado 0-0 es favorable para el cuadro dirigido por Albert Rudé.
“Fue un buen partido, pero nos faltó el gol para no ir obligados al juego de vuelta. Siento que el jueves la Liga ganará 2-0, con goles de Celso y Góndola”, añadió.
Detalles
Mike Ramírez, tatuador de Eclipse, afirmó que el rostro de López fue un tatuaje complejo por todos los detalles en los que tuvo que trabajar.
“Tiene muchos detalles, contrastes en las tonalidades y el reto es que se parezca lo más posible a la persona.
“La verdad es que Wílmer López es un ícono y escogimos una imagen de la eliminatoria hacia el mundial de Corea y Japón 2002, pues en ese momento el Pato pasaba un buen momento con la selección y por supuesto los colores rojo y negro”, detalló.
Gandhy afirmó que las bromas no se hicieron esperar cuando sus conocidos se dieron cuenta del tatuaje que se quería hacer.
“Le comenté a algunas personas lo que me quería hacer y me decían que cómo me iba a hacer algo así, que por qué no me hacía otra cosa.
LEA MÁS: Cartaginés llega a la final en el Morera Soto con números rojos como visitante
“Y yo les decía que eran mis gustos y me hago lo que me haga sentir bien”, aclaró.
La cara de Wílmer López quedó inmortalizada en la pierna izquierda de Gandhy y pagó por esta pieza ¢200 mil. Según el fiebre rojinegro, cada colón invertido valió la pena.
“Quedó mejor de lo que me imaginé, de ahora en adelante usaré más pantalonetas para que la gente lo vea”, expresó.