Dicen que hay de todo en la Viña del Señor y una aficionada al Herediano no tuvo miedo de acercarse al estadio Saprissa, para acompañar a sus parientes al juego entre Saprissa y el Vancouver Whitecaps, por la Copa de Campeones de Concacaf.
Brenda Rivera vive en San Pedro, Montes de Oca; su mamá Lusania y su padrastro Terry viven en Canadá. Esta pareja tiene un mes de estar en el país de paseo y aprovecharon para llegar a la Cueva a apoyar al equipo norteamericano.
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La familia no pasó inadvertida en el estuche, pues se colocaron en la gradería sur con una especie de manta, en las que se unen las banderas de Costa Rica y Canadá. Brenda llegó con una camisa negra y con todas las ganas de disfrutar la mejenga.
“Mi padrastro es de Vancouver y apenas se dio cuenta de que jugarían con Saprissa quiso venir al estadio. Además nos acompaña un amigo, David, que es saprissista y por supuesto, confía en una victoria del Sapri, pero hoy (jueves) nosotros vamos con Canadá”, dijo entre risas.
Al iniciar el juego, este grupo cambió de gradería y se colocaron en sol norte, en donde ondearon su bandera multicolor con felicidad.
Muy bien acompañado
Un fiebre morado no llegó al estadio, pero antes del encuentro decidió darse una vuelta por la Cueva con su fiel amigo, el que considera su amuleto de la suerte.
Vilmar Arias vive en Cinco Esquinas de Tibás y llegó acompañado de su perro Aslar, para pasear con su mascota y ver el ambiente en los alrededores del estadio. El “peludito”, un hermoso gran danés también vestía una chema morada, al igual que su dueño.
“El día del clásico (9 de febrero) me vine a caminar con él y se convirtió en el amuleto de la suerte, por dicha se anotó el gol en la Saprihora y espero que hoy (jueves) nos vaya bien, que podamos ganar, por la mínima”, dijo esperanzado este fiebre.
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Arias también dijo, preocupado que el equipo de sus amores no está en su mejor momento, entre lesiones y jugadores expulsados.
“Sinceramente el técnico (José Giacone) no me gusta mucho, dejó ir a jugadores que nos están haciendo falta, como Pablo Arboine. La defensa es lenta y Arboine era rápido”, comentó.