Edder Nelson, defensor de Guanacasteca, tuvo un domingo para el olvido, pese a que su equipo celebró por todo lo alto el llegar a la final del torneo de Clausura de la Liga de Ascenso.
El experimentado jugador estuvo envuelto en dos supuestas salvajadas en el juego de vuelta contra Barrio México.
La primera fue una patada que le pegó en los genitales a Greivin Fonseca, volante del barrio. Por esa acción le sacaron la roja al minuto 61.
La segunda, que tiene chiva a defensores de los animales y a las autoridades municipales de Desamparados, es que supuestamente le pegó con un tuco de hielo a Milka, una perrita que vive en la Villa Olímpica de ese cantón desde hace unos 6 años.
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En la cabeza
Funcionarios de la municipalidad cuidan a Milka, le dan alimento y ven que esté en buenas condiciones.
Ella comparte con Rayo, otro peludito que también fue adoptado. Ambos estaban en el Cuty Monge durante el juego entre los mexicanistas y los guanacastecos.
Una persona le contó a La Teja lo que, al parecer, ocurrió. Eso sí, nos pidió el anonimato por su seguridad.
“Yo estaba muy cerca de lo que pasó. El señor salió de la cancha porque lo expulsaron, venía renqueando, y el protocolo dice que los jugadores no deben estar cerca del camerino del equipo rival.
“Supuestamente no aguantaba la pierna, se quedó cerca del camerino de Barrio México y preguntó si de casualidad tenían hielo. Vi que los muchachos le dieron un tuco de hielo en una bolsa y si hubieran sabido que sería el arma para agredir al perro no se lo hubieran dado”, relató.
Este testigo narró que Nelson se quedó viendo el partido mientras se colocaba el hielo en la parte de la pierna donde se lastimó y después se fue hacia los camerinos de Guanacasteca, que están por los gimnasios.
“Ahí se topó a la perra, que le empezó a ladrar y se la quitó dándole un golpe en el espacio entre el ojo y la oreja. La perra quedó como inconsciente, al rato se despertó y le siguió ladrando, pero ella no tiene dientes, o sea no le iba a hacer nada.
“Le dije a la gente de Barrio México que él le pegó y estaban furiosos. Él alegó que la perra lo iba a morder, pero ella le ladraba porque no lo conoce, si fuera agresiva la gente de la municipalidad ni la tendría ahí”, agregó.
Este testigo asegura que cuando le reclamaron por lo que supuestamente hizo, Edder habría actuado de forma grosera, comenzó a decir malas palabras y hasta se dejó decir que todo fue un invento de Barrio México porque iba perdiendo.
Indignados
En la Municipalidad de Desamparados están parados de uñas por lo ocurrido.
“Estamos indignados. Es la primera vez que sucede algo así y no vamos a tolerarlo”, manifestó Angie Granados, del Área de Bienestar Animal del gobierno local.
Granados aseguró que se enteraron este lunes por la mañana y se le hizo un chequeo a Milka, para asegurarse que estuviera puras tejas.
“Este martes la llevaremos donde la veterinaria. Nosotros no podemos creer lo que pasó porque ellos llevan una vida bonita y como municipalidad responsable no vamos a permitir que esto pase en el cantón, es un acto reprochable lo que hizo este sujeto”, comentó.
Granados le pidió a las personas que vieron lo que pasó que pongan la denuncia ante Senasa, porque así se abre un proceso, según lo estipulado en la ley 7451.
“Los testigos tienen la papa en la mano. Esta persona se puede exponer a días multa, porque le hicieron un daño a la mascota”, afirmó.
Rubén Rodríguez, presidente de la Federación Canina de Costa Rica (Acan), también manifestó su tristeza por lo que, al parecer, le pasó a Milka.
“Una persona no debería actuar así, por más enojada o molesta que esté, no es una perra que se haya considerado poderosa, porque no pesa más de 15 kilos, lo que menos iba a hacerle era agredirlo.
“Ojalá la persona diera su versión de los hechos, pero lo más lógico era que la espantara, en vez de darle con la bolsa”, comentó.
Apoyo pampero
César Blanco, jefe de prensa de Guanacasteca, asegura que el jugador tiene el apoyo del club, porque dicen que Nelson no agredió a Milka.
“Cuando llegamos al Cuty Monge llovía mucho, el bus llegó hasta la entrada del estadio, donde está el pasillo entre camerinos y cancha, cuando hicimos el protocolo de covid-19 vimos que habían dos perros.
“En primera instancia, no deben haber animales en el estadio, pero por la lluvia nadie va a pedir que los saquen”, destacó.
Blanco relató que cuando expulsaron Nelson, él se fue corriendo a los camerinos.
“Hay que recorrer un pasillo para llegar a los camerinos y él iba corriendo porque llovía, no vio a los perros y uno se le fue detrás a hacer que le iba a morder el tobillo.
“Lo que hace Edder es que estira la pierna y le hace gesto de que lo suelte, no como están diciendo que lo dejó convulsionando, creo que para hacer eso tendrían que agarrar al perro como pelota de fútbol”, aseguró.
El jefe de prensa contó que la Policía Municipal llegó al estadio para ver qué había pasado, se lo llevaron a declarar a la delegación más cercana y ahí no duró ni media hora.
“Lamentamos esta situación porque no pasó absolutamente nada, si él lo hubiera hecho hubiéramos tomado las medidas del caso, porque es empleado del club. No hay parte de que al perro le pasó algo, el perro estaba bien y nosotros lo apoyamos, porque sabemos que no actuó a dolo”, dijo.