A Marco Ureña, algunos técnicos lo mandaron a entrenar con el equipo juvenil para que terminara de recuperarse de las anteriores lesiones o tomara ritmo, contó su técnico, Greivin Mora.
Pero más allá de tomarse esto como algo malo, Ureña le sacó provecho, compitiendo con muchachos que tienen 14 o 15 años menos y, además, logró establecer una linda relación con los jóvenes y se ha convertido en un consejero.
Ureña, de 34 años, reconoció que él aconseja mucho a los jóvenes del primer equipo en estos momentos, cuando recuperó su nivel y hoy marcha como goleador del torneo, con cuatro goles en seis partidos.
El atacante tiene una carrera impresionante, pasando por el fútbol de Rusia, Dinamarca, Australia, Estados Unidos, entre otros, y siendo mundialista en Brasil 2014. Y en vez de tomar su paso en ligas menores como un retroceso, Ureña trabajó, se puso en forma y hoy es un ejemplo.
“Uno como mayor siempre tiene que dar el ejemplo, que una cosa es entrenar y otra es competir y eso le cuesta a muchos jóvenes, piensan que la competencia es similar a un entrenamiento. Al final pasan muchas cosas”, manifestó.
Dijo que Dios lo tiene donde está por algún propósito.
“Aún lo estoy buscando, pero lo estoy disfrutando mucho. Sé que hay mucho trabajo que aportar para los jóvenes, sé que puedo ser un ejemplo para ellos en muchos aspectos y ojalá así lo aprovechen y se acerquen a uno un poco más y quieran aprender, quieran salir y se les abra la cabeza y qué mejor que tener un compañero que ya ha pasado por eso, que puede guiarlos en ese camino tan bonito que es la carrera futbolística”, añadió.
Mora detalló que ese ese rol de consejero que cumple Ureña, surgió precisamente cuando lo mandaban a entrenar con los jóvenes.
“Él estuvo entrenando con el alto rendimiento en torneos anteriores, cuando no era tan considerado por los cuerpos técnicos anteriores, lo mandaban a trabajar con nosotros en liga menor.
“Él conoce mucho a los chicos que tenemos ahí y es una persona que en la juvenil era muy respetuoso con los chicos, muy atento y es un punto positivo para que nos ayude a encaminar a los jóvenes”, manifestó Mora.
De esa forma, la relación de Ureña se afianzó con los chamacos y Mora cree que ha ayudado a que ellos sepan comportarse en el día a día. “Los ha encarrilado para que sepan hacer lo que tienen que hacer y cuando sean consolidados ellos se conviertan en los estandartes de las ligas menores”, añadió.