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Bélgica le hizo un gran favor a Costa Rica: abrirle los ojos antes de que emprendan, este martes, el viaje a San Petersburgo, Rusia, para disputar el Mundial. Esto lo hicieron con una goleada (4-1) que pudo ser mayor de no ser por el trabajo del portero Keylor Navas.
El equipo tico se mostró sin ideas, incapaz de hilvanar su juego, de hacer pases precisos y mucho menos de defender con orden, es decir, sin poder aplicar las reglas básicas del fútbol. El equipo genera más dudas de las esperadas a cinco días del debut en el Mundial contra Serbia (este domingo a las 6 de la mañana).
El último ensayo del cuadro tico no pudo ser peor ante el equipo europeo que demostró por qué le dicen los diablos rojos y por qué son terceros del mundo, según la clasificación de la FIFA.
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Bélgica, dirigida por el español Roberto Martínez, le saca las babas hasta al que menos sabe de fútbol con su juego fácil, tejido como con magia y apoyado en figurones como Eden Hazard, Romelu Lukaku o Kevin De Bruyne, por citar a algunos de los integrantes de un equipo llamado a ser sensación en Rusia.
Del lado tico, Óscar Ramírez aprovechó para darle minutos a Bryan Ruiz. De no haber sido por su gol, el Capi ni se hubiera visto en el juego, tal y como le pasó al resto de nacionales en la cancha del estadio Rey Baudouin.
Si para algo sirvió el amistoso fue para ratificar las críticas a la Nacional, que solo ha ganado tres de los últimos once juegos, entre oficiales y amistosos, desde aquel engañoso triunfo de 4-0 ante Estados Unidos, en noviembre del 2016, por la eliminatoria de la Concacaf.
Este lunes, en Bruselas, lo más que mostró la Tricolor fue un zurdazo de Óscar Duarte, al minuto tres en el área, que se fue desviado.
Después de eso, Eder Hazard empezó a demostrar por qué es la estrella que Zinedine Zidane quería en el Real Madrid, pese a la negativa del presidente Florentino Pérez.
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El jugador del Chelsea inglés empezó a bailarse a todo el que se le puso al frente. Primero pegó un remate en el cuerpo de Pipo González, luego le sirvió un balón a Lukaku, quien quedó en fuera de juego, pero Navas le desvió el remate con un pie.
Curiosamente, pese al dominio local, fueron los nacionales los encargados de abrir el marcador al minuto 23, cuando Celso Borges buscó un centro para Marco Ureña en el área, pero Jan Vertonghen desvió la pecosa y se la sirvió a Ruiz.
El capitán no la dejó ensuciarse y le dio como venía con la zurda para colocarla al lado izquierdo del marco defendido por Thibaut Courtois para el 1-0.
Sin embargo, el espejismo tico duró poquísimo porque al minuto 31 Bélgica empató gracias a un centro por la derecha de Lukaku, después de que Johnny Acosta desviara de mala manera un balón en el área.
El rebote lo tomó Hazard, quien tuvo chance hasta de parar la bola ante cuatro jugadores ticos que no hicieron tiro a quitársela, el belga remató cruzado y le permitió a Dries Mertens cerrar solo en la esquina derecha del marco.
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Bélgica vio después como le anularon un gol por fuera de juego al 37' y al 41' consiguió el 2-1 en un contragolpe donde Oviedo no marcó a Mertens y este aprovechó para servirle el balón a Lukaku, este solo levantó la pierna derecha y definió frente al arquero nacional.
Diablos cocinaron la goleada
Para el inicio del segundo tiempo se dieron dos variantes en el equipo costarricense con la salida de Marco Ureña por Johan Venegas y de Bryan Oviedo por Francisco Calvo, pero para lo único que sirvió fue para que sudaran la camisa un rato, ya que en todo ese segundo tiempo la Tricolor no hizo nada.
El cuadro nacional no pudo evitar dos goles más de los belgas. El primero al minuto 50, de nuevo en un contragolpe por la derecha, Lukaku, con la marca de cuatro jugadores ticos ganó por alto un centro para hacer el 3-1.
El cuarto pepino no duró mucho en caer, fue al minuto 64 y gracias a una triangulación entre Hazar, Lukaku y el recién ingresado Michy Batshuayi, el último fue el encargado de anotar y hacer más vergonzosa la presentación de la Mayor.
El Machillo envió al campo a David Guzmán por Christian Bolaños, a Joel Campbell por Ruiz, a Ian Smith por Cristian Gamboa y a Rándall Azofeifa por Celso Borges, pero la verdad es que ya no había nada que hacer con un equipo costarricense que deberá mejorar mucho si no quiere cosechar otra goleada en su debut contra Serbia.
Sin duda que a Costa Rica le quedó bien claro por qué los belgas suman un año y nueve meses sin conocer la derrota.
