Kevin Espinoza es el jugador menos conocido de la lista de 24 futbolistas dada por Rónald González para los juegos ante Haití y Curazao, por la Liga de Naciones.
El defensa, de 22 años, es ficha del Herediano, a préstamo con Guadalupe y estaba almorzando con su mamá, doña Seyris Campos y su hermana Josette, cuando se enteró del llamado.
De la emoción le cayó mal el almuerzo que estaba a punto de terminar.
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“Estábamos viendo las noticias, algo habían comentado en el equipo que podían venir sorpresas, pero no habían dicho nada específico y, en realidad, no me lo esperaba.
“De la emoción se me revolvió el estómago”, señaló el vecino de Santa Eulalia de Atenas.
Su mamá dejó de comer, se puso a llorar de la alegría, le dio un abrazo y le aconsejó que aproveche la oportunidad, lo mismo le dijo su hermana.
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Espinoza contó que su único contacto con González fue hace unos cuatro años en el Uruguay de Coronado, momento en que Kevin iniciaba en el fútbol.
“Jugué un partido con Rónald, la verdad , yo estaba en alto rendimiento, y daba mis primeros pasos en primera”, indicó Espinoza, al que le toca viajar a diario entre Atenas y Guadalupe para entrenar.
En selecciones menores el defensor estuvo en un proceso sub-20 con Marcelo Herrera.
De los choques ante Haití y Curazao comentó que no serán fáciles y sabe que a él se le va exigir más por ser el nuevo del grupo.
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Cuando Kevin no está metido en el fútbol, ayuda en el negocito familiar, la zapatería Estilos, localizada en el centro de Atenas, y al que le hacen frente entre todos desde hace dos años cuando su papá murió.