En el Herediano lo que se hace con la mano se borra con el codo.
El Team demostró hace una semana que a estos equipos de la MLS, como el Atlanta, se les puede jugar bonito y sin complejos, no por nada les ganamos 3-1.
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Lo que para mí no es lógico, es que con semejante ventaja, en el partido de vuelta, este equipo en 10 minutos nos metiera dos goles y luego un par más que terminaron de liquidar la serie.
A estos jugadores les falta lo que ponen las gallinas, a Hernán Medford también, pero sobre todo a Jafet Soto, a quien hemos visto haciendo berrinches vergonzosos en estadios diciendo que defiende al Herediano, pero en este caso el hombre brilla por su ausencia.
Jafet le pregunto algo ¿Ya les gritó a sus jugadores? ¿Ya les dijo que les faltaban hormonas? ¿Ya les pidió que se acuerden de ganar en este campeonato?
El Herediano no es solo usted, son los 800 mil aficionados que alguna vez su persona dijo que habíamos en este país. Merecemos una explicación del por qué en una serie que se suponía debíamos ganar, perdimos de una forma tan humillante.
Yo no sé que está pasando a lo interno de ese camerino, no sé si es que no quieren a Medford o que ya hay jugadores viejos y cansados de jugar porque si es así, entonces, que los más veteranos como Pablo Salazar, Daniel Cambronero, Junior Díaz y Esteban Granados jalen, en ese equipo se necesitan líderes para que este tipo de vergüenzas internacionales no se repitan.
Lo peor de todo es que lo ocurrido contra el Atlanta no es nuevo, nos pasó lo mismo contra el América en el 2015, cuando les metimos 3-0 en el Rosabal, pero en el Azteca en 30 minutos ya nos habían clavado cinco pepinos, por dicha en el segundo tiempo los mexicanos bajaron el ritmo porque si no aquí todavía estuviéramos soportando burlas por esa humillación.