La final de la Pre-Uniliga entre Texas Tech University (TTU) y LEAD University fue un duelo épico que capturó la esencia del fútbol universitario en su máxima expresión.
Ambos equipos entregaron una actuación memorable en una tarde soleada, bajo la expectante mirada de una afición mayoritariamente tejana, pero con un pequeño contingente leal al LEAD que también hizo sentir su apoyo.
A continuación puede ver el ambientazo que se vivió:
Primer Tiempo: Resistencia y Oportunidad
El inicio del partido dejó claro que ambos equipos tenían planes distintos para la final.
TTU dominó los primeros compases, mostrando su fortaleza defensiva con Federico Madrigaly la capacidad de generación ofensiva de José Domínguez y Francisco Hernández.
Y es que los tejanos quisieron imponer su velocidad y control en las bandas con Benjamín Fernández y Eduardo Aymerich, todos orquestados por su líder y delantero estrella, Julián “La Perla” Herrero.
Lo que no esperaban era que LEAD resistiría con valentía el inclemente ataque.
Su portero, Mariano Ulate, fue la figura clave para mantener el empate durante los primeros 35 minutos, en los que detuvo varios disparos, incluyendo un potente remate de Fernández que amenazaba con abrir el marcador.
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Pero, el momento que rompió el partido llegó cuando LEAD, en un contraataque fulminante, digno de las mejores estrategias de Mourinho, descolocó a la defensa tejana.
La jugada fue así: Estanislao Molina la inició desde su área, y tras una rápida secuencia de pases entre Enzo Taveira, Sebastián Kafarela y Santiago Sasso, este último definió con frialdad para adelantar a LEAD 1-0 justo antes del descanso.
Segundo Tiempo: LEAD Toma el Control
Con la ventaja en el marcador, LEAD inició el segundo tiempo con confianza y disciplina. Texas Tech, sin embargo, no se rindió y continuó buscando la remontada.
Un penal bien convertido por Tomás Villamil puso el 2-0 a favor de LEAD, aumentando la presión sobre los tejanos.
La jugada del penal destacó no solo por la habilidad de Villamil, sino por la personalidad que mostró al asumir la responsabilidad en un momento crucial del partido.
El tercer tanto cayó luego de un tiro de esquina, con Estanislao Molina buscando la altura para cabecear el balón al fondo de la red.
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A pesar de la desventaja, TTU se mantuvo fuerte y con mucho carácter, lo que les dio un respiro cuando Julián Herrero, el pichichi del torneo, transformó un penal para acortar distancias, reavivando la esperanza en la afición tejana.
Momentos después, un rebote bien aprovechado por Herrero dejó el marcador 3-2, y TTU parecía estar de vuelta en la contienda.
Y si bien se realizaron varios cambios técnicos que pusieron a soñar a los tejanos quienes, dicho sea de paso, tuvieron un par de oportunidades de anotar, no lograron igualar el marcador antes del pitazo final.
Lo que depara el futuro
Si bien, como en todos los partidos, la pasión se vive en la cancha, fue en la conferencia de prensa donde se vieron las emociones de ambos equipos.
Mientras LEAD celebraba, TTU no bajaba la cabeza, con su técnico mostrándose orgullos de la evolución del equipo a lo largo del torneo.
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Incluso recalcó que, aunque el resultado no fue el esperado, las bases están puestas para la próxima edición de la Uniliga.
Por el lado de LEAD, Estanislao Molina destacó el esfuerzo y la unión de su equipo, subrayando que el éxito fue el resultado de un trabajo colectivo y no de actuaciones individuales.
Mientras que el entrenador Andre Renzi se mostró cauteloso, reconociendo que aunque el título fue un logro importante, el trabajo para mantenerse en la cima recién comienza.
Conclusión
Esta final de la Pre-Uniliga no solo brindó un espectáculo de fútbol, sino que también demostró la creciente importancia del deporte universitario en la región.
Con una narrativa digna de las mejores competiciones, LEAD University se coronó campeona gracias a su resiliencia, mientras que TTU dejó una marca clara de que su proyecto futbolístico está en ascenso.
El escenario está listo para lo que será una Uniliga aún más emocionante, donde las rivalidades y la búsqueda del éxito universitario continuarán escribiendo historias inolvidables.
El resto está en manos de la juventud costarricense.