¡Bien breteado!

“El Primazo” reparte sabor en una moto con horno incorporado

Pareja de colombianos tiene tres meses con novedoso negocio

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Los dichos como “la plata está en la calle” o “el que quiere puede” se aplican perfectamente a esta pareja de colombianos que la pulsean en Costa Rica vendiendo sus empanaditas y otros productos, gracias a una moto adaptada que siempre atrae miradas.

Iveth y Jairo la pulsean de lunes a sábado con su venta de productos colombianos en Heredia. (Cortesía)

Jairo Jurado llegó a nuestro país hace diez años junto a su hermano, César Augusto, debido a la falta de brete en Colombia y, desde entonces se tiró a la calle a pulsearla para sobrevivir.

Ha trabajado en construcción y como misceláneo, pero siempre se ganaba sus extritas vendiendo arepas que llevaba en una canastita a las peluquerías y mercados.

Desde hace ocho años está con su pareja Iveth Daniela Patiño con quien también se ha dedicado a trabajar duro y ambos variedad de productos hechos de maíz en las instalaciones de la bomba Nasa en San Francisco de Heredia, frente al mall Oxígeno, por lo que si se da la vuelta por ahí, puede aprovechar para darse un gustico.

Afortunadamente para ellos, desde hace tres meses el negocio comenzó a ir literalmente sobre ruedas y a crecer más gracias a su novedosa propuesta.

“Nos ha ido mucho mejor desde que adaptamos la moto con el horno y los cajones a los lados en los que guardamos los frescos, las servilletas y las salsas de un lado y el agua, el café y las cosas calientes del otro”, contó el suramericano oriundo de la región de Jamundi, en Cali.

Un horno con la cocina portátil para calentar los productos son parte de la innovación de estos emprendedores. (Cortesía)

La moto del sabor tiene hasta una cocinita portátil que le incorporaron al horno, por lo que pueden calentar las empanaditas, las arepas o los enyucados para que sus clientes se los coman recién hechitos. Además cocinan con gas por lo que calientan muy rápido la comida.

Claro, no fue fácil, tardaron unos dos meses en terminar la adaptación, que les costó como ¢600.000, ya que tuvieron que utilizar varios materiales. El cajón mide 90 centímetros de largo por 70 de ancho.

“La gente se me queda viendo con cara de, ¿muchacho, usted de dónde sacó ese invento? Y quedan más sorprendidos cuando les prendo el horno. También me han demostrado su admiración por las ganas que tenemos de trabajar y salir adelante”, contó este comerciante lleno de orgullo.

Aunque el negocito da lo suficiente para sacar adelante a la familia, ellos deben pulsearla durante 12 horas cada día, por lo que usted los podrá ver en la mencionada gasolinera de ocho de la mañana a 8 de la noche, de lunes a sábado.

El Primazo, emprendimiento colombiano

Jairo nos comentó que la moto del sabor nació gracias al consejo de su amigo Julio (no recordó su apellido), por lo que decidió independizarse con su emprendimiento llamado “El Primazo”, una expresión con la que rompía el hielo con los clientes y en lugar de decirles “Parce”, muy común en Colombia, les decía “primo”, de ahí nació el nombre.

“Él fue el que me ayudó con la soldada porque eso lo montamos directamente a la moto. También fue el de la idea de colocar la estufa para que el horno calentara.

Menú ampliado

Los productos estrella de “El Primazo” son las arepas de choclo (maíz) que las hace él y los aborrajados (plátano maduro con queso) que los prepara la esposa de su amigo Julio, a quien puede llamar su socio.

Las arepas de choclo son el producto estrella de "El primazo". (Cortesía)

También ofrecen empanadas colombianas, pero con tamaño adaptado a Tiquicia que son más grandes y de carne mechada y otras más típicas de Colombia que tienen carne, plátano maduro, frijol y queso.

Además, como sabe que a los ticos no nos puede faltar el pintico, recientemente sacó unas empanadas rellenas de pinto, salchichón y queso, que salen en ¢1.500 y con fresco incluido.

Los aborrajados y los enyucados cuestan mil colones y también incluyen el fresco.

“Traemos unas diez unidades de cada producto cada día para vender y gracias a Dios los vendemos todos”, compartió Jurado.

Para atraer a los ticos ya incorporaron al menú empanadas colombianas rellenas de pinto con salchichón y queso. (Cortesía)

Crecimiento

La cosa está saliendo tan bien que ya están trabajando para abrir un local en Colima de Tibás próximamente, aunque aún no tienen una fecha prevista.

“A los ticos les cuadra demasiado el maíz, por eso le estoy metiendo muchas ganas para que Dios primero muchos más coman mis productos”, reconoció Jairo.

Y no dejan de soñar, pues aunque aún no han abierto el local, esperan extenderse a otras provincias con otros locales.

La clientela está dividida en partes iguales, por un lado los ticos que están probando nuevas comidas y por otro los colombianos que añoran sus platillos típicos, por lo que siempre que los ven, les compran.

Bien identificado con el mapa colombiano está decorado parte de los cajones adaptados donde guardan el fresco, agua caliente, servilletas, salsas y café. (Cortesía)

Su buen trato y educación le ha abierto las puertas y por eso le dan permiso de instalarse en la bomba para ofrecer sus productos.

Entre sus clientes hay muchos taxistas, lo cual también los beneficia.

Esta pulseadora pareja tiene tres hijos, Antonella de 12 años; Thiago de ocho y Loghan de seis años, quienes son el motivo principal a darle con todo con la moto del sabor.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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