EscucharEl tráfico Pedro Arce Araya cocinó pollo en salsa blanca y compró jugo de uva para compartir una cena de supuesta reconciliación con la pareja y los papás de ella, sin embargo, el encuentro terminó siendo la última cena.
Luego de comer el oficial, de 56 años, mató a balazos a Crisley Martínez Rodríguez, de 19 años, con quien mantenía una relación desde hacía cinco años.
La planificada muerte ocurrió el domingo a las 8:30 de la noche en Sonafluca de La Fortuna de San Carlos.
La pareja tenía dos años de convivir en la casa del oficial, sin embargo, el jueves de la semana pasada tuvieron un serio problema porque Arce se dio cuenta de que Crisley se estaba enviando mensajes con un vecino que le gustaba.
Rodrigo Martínez, hermano de la jovencita, contó que debido al broncón Pedro echó a Crisley de la casa, por lo que estos últimos días ella se estuvo quedando en la casa de los papás.
“Ella estuvo más tranquila en la casa de mis papás porque, la verdad, Pedro la tenía muy controlada, él no la dejaba trabajar ni nada”, narró Rodrigo.
“El sábado en la noche él estuvo hablando con mi hermana, estaba más tranquilo y el domingo la invitó a ella y a mis papás a la casa de él a comer y ahí paso todo”, agregó.
Los familiares de la jovencita contaron que durante la última cena Pedro estuvo bastante serio.
“Mi hermano, de 14 años, acompañó a mi hermana y mis papás a la cena y después de comer mi hermano escuchó que Pedro se metió al cuarto, agarró el arma y la cargó, entonces se asomó a ver qué estaba haciendo”.
Cuando el oficial vio al menor se puso el arma en la parte trasera del pantalón, prensada con la faja. Después salió al patio de la casa y se sentó a pensar.
“Mi hermana salió a echarle agua a unas matas que ella tenía ahí, pero en ese momento él sacó la pistola y le disparó en el estómago”, relató Rodrigo.
Los papás de Crisley se asomaron a la puerta para ver qué estaba pasando y el tráfico les apuntó con el arma y les dijo que se metieran a la casa porque él sabía lo que estaba haciendo. En ese momento la joven estaba suplicando por ayuda, ya que el disparo no la había matado.
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Segundos después Arce le disparó de nuevo a la Crisley en el pecho y en la frente, después se acostó a la par de ella y se disparó en la cabeza.
Cuando los papás de la muchacha salieron de la casa ya Pedro y la joven estaban muertos.
Tragedia anunciada
Benito Martínez, papá de la joven asesinada, dijo que ya el sábado el oficial había adelantado que estaba muy dolido porque Crisley estaba planeando dejarlo.
“Él vio a un hijo mío en una actividad y le dijo que si Cris no era para él no iba a ser para nadie. El domingo, después de la cena, yo le dije que si ella había decido dejarlo mejor la dejara ir, yo le dije que Jehová lo iba a ayudar a salir de eso, pero lo que hizo fue echarse una risita”, recordó Benito.
A raíz de la tragedia, salió a relucir que el departamento de prensa del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) informó que el 24 de junio del 2015 varias personas del pueblo denunciaron la relación que la jovencita tenía con el tráfico luego de que subiera una foto con él a las redes sociales.
El PANI denunció el caso ante la Fiscalía y también en el MOPT, donde se efectuó un proceso interno.
Pese a las investigaciones el caso quedó en nada, ya que la jovencita lo negó todo en ese momento, además, hace dos años ese tipo de relaciones no se consideraban delito como si lo es ahora.
El cuerpo de Pedro fue retirado de la Morgue este lunes a las 10 de la mañana. El cadáver fue llevado a Limón, pueblo natal del tráfico, donde será sepultado este martes. La familia de Crisley retiró el cadáver a eso de las 6 de la tarde y se lo llevaron para San Carlos.
