Meylin Alvarado tendrá que separarse de sus cuatro retoños, mientras las autoridades la investigan por el asesinato de su hija de un año y diez meses.
La muerte de la bebé se produjo el domingo pasado en la urbanización Flor de Lis, en Orotina, Alajuela.
Un juez le impuso medidas cautelares a la sospechosa y le ordenó presentarse a firmar cada 15 días, no salir del país, mantener un domicilio fijo y no acercarse ni tener contacto con los chiquitos o los testigos.
La Fiscalía investiga si la joven, de apenas 22 años, participó en las golpizas que recibía la menorcita y las cuales terminaron por causarle la muerte.
El otro sospechoso es el compañero sentimental de la mujer, un sujeto de apellido Lutas, de 29 años. Él está descontando seis meses de prisión preventiva.
Pese a la investigación que se sigue contra Meylin, ella asegura que no tuvo nada que ver con la muerte de la niña y asegura que también era víctima de agresión.
“Quiero aclararle a la gente que me juzga como cómplice, que eso no es así. Solo yo sé lo que pasaba dentro de las cuatro paredes de mi casa. Algunos pensaban que yo vivía feliz, pero no es así. Otros dirán: '¿Y por qué callaba?' ¡Por miedo! Soy madre y nunca le haría un daño a un niño que he tenido en el vientre durante nueve meses”, expresó.
El PANI también está haciendo una investigación interna sobre el caso, ya que desde el jueves 25 de mayo tenía una denuncia sobre las agresiones que sufría la bebé, pero la ayuda que la chiquita necesitaba nunca llegó.
Los cuatro hermanitos de la fallecida, entre ellos un niño de solo días de nacido, están a cargo de la abuela materna.