Durante cuatro días, agentes del OIJ vigilaron cuatro lugares con el fin de dar con el principal sospechoso de asesinar al oficial de la Fuerza Pública Óscar Ramírez Vindas, de 42 años.
El trabajo de los investigadores dio frutos la tarde de este miércoles cuando vieron salir de una casa y subirse a un carro a un hombre que se parecía mucho al que andaban buscando.
Las autoridades lo siguieron y luego confirmaron que era el sujeto en fuga, que es de apellido Morales y tiene 36 años.
“Mientras los seguíamos se percató que algo ocurría y se dio a la fuga por varios kilómetros. En Barva de Heredia se metió en contravía y en la comunidad de San Roque lo detuvimos”, explicó Juan Pablo Calvo, jefe del OIJ de Heredia.
El hecho con el que se vincula a Morales ocurrió el sábado pasado, a la 1:50 a. m., en la entrada a una quinta situada en calle Lázaro, en Concepción de San Isidro de Heredia.
Ese día Óscar y su compañero Leonel Jiménez Araya, de 36 años, atendieron el robo de un contenedor cargado de tilapia que se dio en la carretera Interamericana, después del puente sobre el río Lagarto.
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El dueño del camión pesado les dio a las autoridades el posicionamiento satelital que indicaba el GPS del tráiler y así llegaron los policías.
Los uniformados hablaron con el guarda de la finca, quien no los dejó entrar y en ese momento se dio una emboscada a balazos contra Ramírez y Jiménez.
En apariencia quien disparó contra el oficial que murió fue Morales, quien huyó de la escena del crimen.
Óscar falleció en el lugar mientras que Leonel resultó herido de gravedad y permanece internado en el hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Minutos después del ataque, la Policía detuvo al vigilante de apellido Cortés y al chofer de un camión de apellido Arroyo.
Esos dos hombres cumplen cuatro meses de prisión preventiva.