Sucesos

¿Qué pasó con?: Mensajero tiene más vidas que un gato

Motociclista ha burlado la muerte tres veces

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Alfredo dice que seguirá trabajando con su machetico hasta que Dios le de vida. Foto: Eduardo Vega.

Alfredo Zambrana es un mensajero de 46 años que todos los días desafía la muerte.

Él anda en moto desde que tenía 19 años y pese a que ha tenido tres accidentes que lo han puesto de cara contra la pelona, hace a un lado los temores y sale a trabajar siempre en su machetico.

El año pasado La Teja había conversado con Zambrana sobre lo complicado que había sido para él conseguir el último trabajo por las secuelas que le dejaron los dos primeros accidentes, sin embargo, para mal de peores, luego de esa entrevista el motociclista tuvo otro encontronazo con la muerte que todavía lo tiene convaleciente.

Alfredo dice que él se siente una persona suertuda, porque ha superado cada una de las pruebas en la calle, pero es consciente que en la moto ha perdido mucho.

“Ahorita estoy en terapia en el INS porque el 27 de marzo pasado choqué contra un tráiler y me quebré el brazo izquierdo, estuve con yeso y con una férula, todavía estoy incapacitado.

“Esta vez me operaron el brazo y me pusieron dos platinas con seis tornillos cada una y de los accidentes anteriores, en el fémur de la pierna derecha tengo un pin y en la pierna izquierda tengo dos pines y cuatro tornillos. Cada vez que entro a un banco o voy al aeropuerto sueno en los detectores de metales”, relató entre risas.

Zambrana es un ejemplo de positivismo, ya que pese a las lesiones que ha sufrido en los accidentes y a las secuelas que arrastra, él mismo le busca el lado bueno a las cosas.

"Yo quedé con poca movilidad en las piernas y para caminar uso una férula y a veces hasta uso bordón, pero trato de seguir adelante y con buena actitud", aseguró.

También es un poco cabezón, porque pese a que la familia le ruega que busque otro trabajo el dice que lo de él es ser mensajero.

En el último accidente Alfredo se quebró el brazo. Foto: Cortesía de Alfredo Zambrano. (Cortesía de Alfredo Zambrano)

“Todos en mi familia me dicen que busque otra cosa, pero que va, tengo unos estudios en computación y he intentado trabajar en eso, pero estar sentado en una oficina encerrado entre cuatro paredes no es lo mío”, aseguró el motociclista.

Alfredo es creyente en Dios y asegura que es Él el que lo tiene con vida.

“Siempre antes de salir de la casa me encomiendo a Dios y mis familiares también lo hacen, por eso Él me ha librado de los males.

“Yo soy consciente de que muchos motociclistas han tenido accidentes como los míos y les han amputado piernas, brazos o hasta han muerto y yo, pese a mis lesiones, sigo en pie", aseguró este valiente breteador.

El primer choque que tuvo Alfredo fue en 1995. Un chofer borracho lo golpeó con el carro cuando regresaba de marcar donde la novia.

Esa vez se fracturó el fémur derecho y estuvo cerca de dos años en proceso de recuperación.

El segundo accidente fue hace cinco años, en esa ocasión un camión lo golpeó en la entrada de Multiplaza Escazú. La moto le cayó sobre la pierna izquierda y le causó una fractura expuesta.

Para esa lesión necesitó dos operaciones ya que en la primera le dejaron un pedazo de hueso suelto que no le permitía recuperarse.

“Trabajar como mensaje es peligroso, yo sé que corro el riesgo de sufrir otro accidente, pero tengo que trabajar para sacar adelante a mi familia”, expresó el sobreviviente.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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