En los últimos meses la cárcel de mujeres ha ido agarrando parecido con un zoológico.
En la prisión, llamada oficialmente Vilma Curling Rivera, pero más conocida como El Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados, abundan los perros, los gatos y hasta los mapaches. Suena lindo, pero no lo es por las consecuencias que eso está provocando: pulgas.
Según nos contó una mujer que frecuenta el centro y que nos pidió no publicar su nombre, la presencia de los animales ha ocasionado problemas.
“Yo no tengo nada en contra de los animales, es más, hasta tengo perros en mi casa, pero ese (la prisión) no un lugar para que la gente tenga animalitos.
“Los guardas se encariñan con los perros y hasta les dan de comer, pero no pueden darles los cuidados que realmente necesitan, ni siquiera los bañan y eso hace que la cárcel sea un pulguero. Uno entra y sale todo picado”, argumentó la mujer.
La persona añadió que muchas privadas de libertad están preocupadas por la situación.
“He hablado con varias muchachas, sobre todo las que están en el área donde hay mamás con bebés y ellas dicen que están hartas de las pulgas. Les da miedo que les piquen los chiquitos”, agregó.
El Ministerio de Justicia reconoció el problema e informó que ya han pedido ayuda al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y a la Municipalidad de Desamparados, pero no han obtenido respuestas.
El Departamento de Prensa del ministerio señaló que han hecho de todo para cerrar los huecos por donde se meten los animales, pero se las ingenian y vuelven a entrar.
Al parecer animales se meten por un lote aledaño a la prisión que está muy descuidado.
Para arreglar en algo la situación Justicia asegura que hace frecuentes fumigaciones en el centro penal. “Por ejemplo, este año se han hecho fumigaciones el 24 de marzo, 9 de mayo y 12 de junio; y, en el módulo materno-infantil, se realizan mensualmente”, informaron.
Las autoridades del centro esperan recibir pronto ayuda de las instituciones encargadas para terminar con el problema sí o sí.