Los papás del pequeño Deikel Pérez Romero, quien murió quemado este jueves, vivieron cinco horas de una terrible angustia al no saber nada del bebé de dos años.
Desde que se dio la emergencia los bomberos empezaron a buscar al chiquito, ya que varios vecinos aseguraban que había quedado atrapado en la casa.
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Durante la mañana Pedro Pérez y Jessica Romero, papás del bebé, pasaron escuchando distintas versiones: una era de que el niño se había quemado en la casa, otra de que una mujer se lo había llevado y la tercera de que el angelito había caído a un guindo y por eso no aparecía.
A eso del mediodía acabó la incertidumbre al confirmarse el peor de los temores de la pareja.
Los agentes del OIJ y los bomberos encontraron el cuerpo del chiquito entre los escombros.
Luego del hallazgo, los investigadores llevaron el cadáver a la Morgue Judicial.