Dos trabajadores de la empresa piñera Pindeco, identificados como Olger Esteban Alfaro Loría, de 50 años, y Andrey Siles Elizondo fueron succionados por una tubería mientras limpiaban un tanque de agua.
El accidente ocurrió a las 6:22 a. m. en finca Los Ángeles, en Potrero Grande de Buenos Aires, Puntarenas, confirmó el Cuerpo de Bomberos.
Andrés Céspedes, supervisor de los Bomberos, dijo que los dos trabajadores se encontraban quitando hojas y ramas del agua cuando, por razones que se desconocen, fueron "tragados" por la tubería.
Céspedes explicó que se trata de un conducto de 18 pulgadas (45 centímetros) de diámetro.
“La tubería hace un recorrido de 150 metros hasta que desemboca en una quebrada”, explicó.
Agregó que debido a la lejanía del lugar, el camión de los Bomberos tardó una hora y diez minutos en llegar.
Para localizar a los afectados se tenía que vaciar el agua del estanque. Al hacerlo revisaron la tubería y encontraron partes de los cuerpos. El hallazgo se produjo a las 9:16 a. m.
Olger, era oriundo de Las Juntas de Abangares, Guanacaste, pero desde hacía mucho tiempo vivía en Puna de Biolley, zona sur. Tenía unos seis años de trabajar con la compañía. Él deja cuatro hijos, tres de ellos menores de edad. Andrey era vecino de Naranjos de Biolley.
Una de las versiones que manejan las autoridades es que una compuerta se abrió y una fuerte corriente de agua pasó por donde estaban los trabajadores, Olger fue golpeado y cayó a la alcantarilla, en apariencia Andrey al ver lo que pasaba intentó ayudar a su compañero, con la mala suerte que también fue succionado.
El OIJ de Pérez Zeledón se hizo cargo de la situación e investiga todas las versiones, al igual que Bomberos dijeron que esa una zona de difícil acceso y a las 3 p.m. aún se mantenían en el lugar realizando el levantamiento de los restos.
Muerte similar en menos de un mes
El 25 de noviembre un accidente similar cobró la vida de Norma Lucía Roldán Villalobos, de 54 años. Ella cayó en una tubería en la planta de bombeo del AyA en Puente Mulas, Heredia.
Roldán era la esposa de Andrés Sáenz Vega, quien desde hace unos dos años es el subgerente de Ambiente, Investigación y Desarrollo del AyA.
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La mujer era madre de cuatro muchachos y siempre se caracterizó por tener un corazón grande. Le gustaba mucho ayudar a los demás.
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"Normita" o "La Flaca", como le decían de cariño, vivía enamorada de su familia y en el 2014, junto a su esposo y cuatro hijos, decidieron dejarlo todo en Costa Rica para irse a Tanzania en África Oriental. Allá se dedicaron a cuidar a los niños de un orfanato durante un año.