Para nadie es un secreto que tanto policías como bomberos pasan viendo tragedias muy duras todos los días, por lo que para algunos de ellos la música es una salida a esa cruda realidad.
Y no es que ellos se sienten a escucharla para relajarse, como cualquiera podría pensarlo, sino que más bien se dedican a crearla para alegrar sus corazones y los de otras personas más.
Estos artistas sacan de su tiempo libre para componer, practicar y hasta ir a tocar sin fines de lucro, con la única motivación de salirse de la rutina.
La Teja se encontró a tres bandas musicales conformadas por funcionarios de la Policía de Tránsito, Bomberos y Fuerza Pública.
Una multa de buen ritmo
Juan Rodríguez, Hernán Soto y Ludín Martínez suman 62 años de servicio a la Policía de Tránsito entre los tres y desde el 2015 forman parte del grupo musical de esa institución.
Rodríguez, de 57 años toca la guitarra eléctrica; Soto, de 59, la acústica y Martínez, de 54, el teclado y bastó con escucharlos tocar una sola vez para darnos cuenta del talento que tienen.
Ellos formaron el grupo para el 89 aniversario de la Policía de Tránsito, se unieron para tocar en esa actividad y aún siguen unidos por los acordes y la buena música folclórica.
Este trío de cargas no solo ponen orden en las carreteras, sino que también lo hacen en la pista con baladas, rancheras y todo tipo de música que alegra a todo aquel que se siente a escucharlos.
"Tocamos música folclórica, tambito, corridito tico, boleros costarricenses, baladas, pasos dobles, rancheras, cumbias, música que le alegra el corazón a la gente, a veces tenemos que adaptarnos a lo que la gente pida, porque sino nos comenzamos a quemar", dice Juan Rodríguez, líder de la banda.
Don Juan toca con una guitarra que era de su abuelo de los años sesenta y que es su mayor tesoro.
Mientras que Soto tuvo una amplia carrera en el extranjero, ya que cuando era joven fue solista en México.
Y Martínez, el más joven de los tres, es todo un maestro, ya que además de tocar el teclado, también le hace a un montón de instrumentos que le dan un valor agregado a la banda.
"Yo practico todos los días, por lo menos de dos a tres horas, porque por más que uno sepa de música sino practica se le puede olvidar, más que ya uno se va poniendo viejo y las manos se le van poniendo tiesas", contó Martínez.
Debido a lo buenos que son, lograron llegar a un acuerdo con el MOPT para que los dejen practicar un sábado cada 15 días en jornada completa.
Eso sí, aseguran que si el día que están practicando, en la escuela de Tránsito de Desamparados, sale una emergencia, se tienen que poner el uniforme para colaborar.
Y aunque aún no tienen ningún video o disco, aseguran que les encantaría grabar alguno en algún momento.
"Es algo que estamos valorando hacer para regalarle a los compañeros o para la gente que viene del extranjero", añadió Soto.
Bomberos encienden la pista
Para seguir con el talento, los bomberos no quisieron quedarse atrás y también están muy bien representados por una rondalla.
Solo que esta banda supera a la de los oficiales, no solo en tiempo, sino que en cantidad de integrantes.
Por ejemplo, ellos tocan desde el 2012 y cuentan con 22 personas dentro del grupo, incluidos músicos, cantantes y un director.
Al igual que los oficiales de Tránsito tocan solo en fiestas oficiales de gobierno o actividades sin fines de lucro.
"Los que nos invitan son las comunidades cuando hay fiestas patronales, en hospitales o con adultos mayores y la verdad es que al final uno no sabe quién fue el que terminó ayudando, si ellos o nosotros, porque la verdad todos lo disfrutamos mucho", expresó Ana Fonseca, coordinadora del grupo.
Ensayan los miércoles de 5 p.m. a 7 p. m. y una hora antes hacen un taller con lo que creen que deben mejorar en puntos específicos.
Por lo general esta rondalla toca música latinoamericana, costarricense y tienen como unas 10 canciones originales.
Además, para poder ingresar a este chuzo de banda se necesita o ser parte del Cuerpo de Bomberos o trabajar para el Instituto Nacional de Seguros (INS).
Música bien segura
Por último y no menos importante, está la banda de la Fuerza Pública: "FP Urbano", un grupo musical que se sale del molde de las otras dos.
Este agrupación es de corte más juvenil, no solo por la edad de sus integrantes, los cuales rondan los 30 calendarios, sino por la música que tocan.
Liderados por el oficial Minor Rojas, están conformados por un DJ y siete cantantes que le hacen a la música urbana, o sea, reguetón y música compuesta por ellos mismos.
Lo interesante de este grupo es que improvisan sus líricas y todas son basadas en contra de la violencia, por lo que su proyecto es bien respaldado por la Policía, quienes los llevan cada cierto tiempo a coles para que se presenten.
"Siempre hay un impacto porque los chicos no esperan a un policía cantando, creen que uno está en la esquina corriendo borrachillos, pero la Fuerza Pública trabaja en el acercamiento de los policías con la comunidad. Es bonito porque los que son estudiantes se sorprenden y se enfocan mucho en el mensaje porque son mucho de reflexión", contó Rojas.
Esta banda tiene cerca de tres años de estar cantando y lo más curioso es que ni siquiera practican juntos.
"La magia de la banda es que tenemos un grupo de WhatsApp donde escogemos una pista de un tema, como la erradicación del bullying, el egoísmo, las drogas. Lo que hacemos es que cada un graba su parte y tenemos tres productores que en un estudio casero graban y forman la química de la canción", explicó Rojas.