El Supermán tico, don Gerardo Vargas, falleció este sábado a las 4 de la madrugada en su casa ubicada en la ciudadela El Pedregal, en Loyola de Cartago, después de luchar por ocho meses contra el cáncer gástrico.
"Teníamos 46 años de casados y tres hijos. Ya lo había operado de un cáncer fulminante y lo veían en cuidados paliativos, quienes nos enseñaron como cuidarlo, pero ya no salía. De vez en cuando lo llevábamos un ratito los domingos al negocio de mis hijos, pero hace dos meses dejó de caminar", recordó con pesar su esposa, Mayra Cubero.
Justamente este domingo planeaban llevarlo, pero Supermán decidió volar al cielo.
"El jueves y viernes estuvo extraño, me tenía muy preocupada. Le ofrecía comida y me decía que más tarde, en un momento como que gritó mi nombre y me asustó, me dijo que era para ver si todavía podía hablar porque sentía que se estaba quedando sin voz", contó la viuda.
Encomendado a Dios
El viernes en la noche le fueron a hacer oración y sus familiares pasaron con él hasta la medianoche.
"Mi hijo sale a correr todas las mañanas a las 4 a.m. y antes de irse fue a darle una vueltita y me llamó asustado gritándome 'mami, mami venga acá, ya papi se nos fue'. Lo hemos tomado con mucha valentía porque él estaba muy delicadito, pero aún así uno nunca se prepara para un golpe de estos", agregó doña Mayra.
"Yo soy el hermano de Gerardo Vargas Ramírez, conocido como Supermán, él era nuestro hermano mayor y estuvo enfermo unos dos años y después lo remitieron a la casa porque el cáncer era terminal, los últimos días los pasó en la casa", contó don Gilberto Vargas.
Supermán tico fue velado desde el mediodía de este sábado en la capilla del Magisterio Nacional en Cartago y lo sepultarán este domingo a las 11 de la mañana en el cementerio General de la Vieja Metrópoli.
Don Gerardo de 67 años, era un superhéroe muy querido en todo el país, su principales poderes eran la alegría y el optimismo. Por muchos años se dedicó a participar en causas nobles, manifestaciones y fiestas infantiles, se dedicó a pelear contra villanos como el maltrato animal y la pobreza.
Su ausencia se empezó a notar para el Día del Niño de este año, cuando se supo que enfrentaba a su peor enemigo, el cáncer, según sus familiares nunca perdió la esperanza de recuperarse y volver a ponerse su traje de Supermán.
"Él era muy valiente y decía 'Va a ver yo me voy a levantar y voy andar en la moto'. Creíamos que de verdad lo lograría", continuó contando su esposa.
Don Gerardo también se vestía de colacho y payaso, pero el del superhéroe era su favorito.
"Mi hermano amaba a los niños. Siempre quería que todos los pequeños se sintieran bien y ayudaba en todo lo que le pedían. A veces sufría porque decía que había gente que se burlaba porque no entendían la nobleza de su corazón, pero otros lo admiraban demasiado, había hasta gente en Estados Unidos que preguntaba por él", contó don Gilberto.
"Le encantaba cuando salía en La Teja, nos decía que compráramos el periódico y nos preguntaba si lo habíamos visto. Guardaba todas Las Tejas en las que salió algún reportaje con sus aventuras.
La última vez que se disfrazó fue en Orosi hace como nueve meses. Su familia se mostró muy agradecida con todos los que le mostraron su cariño, lo aceptaban y lo apoyaban.
Muy querido
Este humilde hombre era muy querido en el mercado de Cartago, donde extrañarán las batallas que dio contra el aburrimiento.
“Nos va hacer mucha falta, Gerardo era muy conocido, niños y la gente adulta lo querían, su personaje estaba lleno de carisma, lo de él era compartir y levantarle el ánimo a la gente”, dijo el brumoso don Rafael Córdaba.